Antes de la pandemia, la Organización de Produtores (OPP-20) y la cofradía de A Illa se lanzaron a promocionar su riqueza marisquera creando una marca con la que se pudiese identificar a todo el marisco, fuese de la especie que fuese, que saliese de su lonja. Esa marca, Marisco da Illa, ha ido ganando mercados poco a poco gracias a las campañas de promoción que se han realizado. La última de esas campañas se ha centrado en los futuros restauradores gallegos, aquellos que se están formando en centros como la Escola de Hostalería Paseo das Pontes de A Coruña , el Centro Superior de Hostalería de Galicia en Santiago de Compostela, y la última de esas paradas será en la Escola de Hostalería de Vilamarín, en la provincia de Ourense. Toda esta promoción lleva por delante el lema “Marisco da Illa, o segredo do bo gastrónomo”.
El objetivo de este tipo de iniciativas, explicaba ayer Juan José Rial Millán, presidente de la OPP-20, es “proyectar la calidad de nuestros productos más allá de las fronteras de la comarca, para que los futuros restauradores sepan de su existencia y de como se debe cocinar, así como de su gran calidad como producto”. La demostración estuvo a cargo del cocinero Adrián Albino, del restaurante vigués Niño Corvo , que dispuso de cuatro productos fundamentales para la lonja isleña: almeja roja, longueirón, camarón y codium.
“Nuestra intención a la hora de poner en marcha esta marca es valorizar todo el producto que extraen los mariscadores a pie y a flote, que el consumidor pueda conocer su trazabilidad y saber que ese producto ha salido de los bancos marisqueros que gestionamos”, explica.
Esta puesta en marcha de la marca ya está dando resultado en municipios limítrofes, donde los restaurantes ya comercializan marisco extraído de las concesiones de A Illa.
“En O Grove sabemos que hay varios restaurantes que venden el marisco con la certificación de Marisco de A Illa, algo que valoramos de forma muy positiva y que esperamos que se siga extendiendo todavía más”, explica el patrón mayor.