Meis celebra entre el 21 y el 23 de octubre la tercera edición de Meus Viños, la feria organizada por el Ayuntamiento para promocionar las bodegas asentadas en Meis o con vinculación con este municipio. El evento será el más grande de su reciente historia, e incorpora eventos como un túnel del vino internacional, en el que participantes podrán conocer hasta diez caldos extranjeros en una cata comentada por un sumiller.

La feria se presentó ayer al mediodía en el Concello, con la presencia de la alcaldesa, Marta Giráldez, y representantes de las bodegas que participan en el evento. La regidora explicó que la carpa volverá a instalarse en la Plaza de España, pero que será sensiblemente mayor a la de 2019, “porque vimos que se nos había quedado un poco pequeña”. De hecho, recuerda que la primera edición funcionó tan bien la fiesta que agotaron el millar de catavinos que habían previsto, y hubo que comprar a toda prisa 200 más.

El túnel con vinos extranjeros y la cata para aficionados son dos de los platos fuertes de la cita festiva

Bajo esa carpa se situarán las casetas de las bodegas. Este año participan 13, además de tres cooperativas, Martín Códax, de Cambados; Paco y Lola, de Meaño; y Viña Almirante, de Portas. Además, habrá tres puestos de comida: uno de tapas elaboradas, otro de pulpo, y uno de quesos y jamones, con los que maridar los caldos.

El pregón de Meus Viños lo leerá Dolores Calvo, vecina de Meis y presidenta de la cooperativa Condes de Albarei. Otra de las actividades que forman parte del cartel es una cata para aficionados, que dirigirá el cambadés José Luis Aragunde, que fue campeón del mundo de cata por equipos.

Otra de las novedades de la cita es el túnel del vino internacional, que tendrá una entrada de diez euros. El evento se desarrolla en la casa de Escudeiro, y los participantes podrán conocer las características de una decena de caldos gracias a las explicaciones de un sumiller.

Las presentaciones de vinos, las actuaciones musicales, una charla sobre el libro “A nación dos mil viños” y las demostraciones gastronómicas completan una programación que ha sido concebida para que bodegueros y viticultores tengan un punto de encuentro y disfrute tras el intenso trabajo de la vendimia. “Volvemos á esencia”, resumió Marta Giráldez.