El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) y el Ayuntamiento de Valga acaban de ponerse de acuerdo para la construcción de sendos viales paralelos a la vía del tren con el fin de mantener la permeabilidad de las comunicaciones y mejorar la seguridad vial en dos tramos, uno de 620 metros entre el punto kilométrico 62+756 a 63+376 y otro de 1.070 metros entre el kilómetro 63+800 y el el 64+840. Ambos afectan a dos viales deprimidos, a ambos márgenes de la traza ferroviaria, entre los puntos 65+100 y 65+400; y contempla asimismo la construcción de un paso superior en el punto kilométrico 65+300.
Las obras previstas implican la supresión de dos pasos a nivel de la línea Redondela-Santiago, en dicha localidad, con un importe que ronda los tres millones de euros por parte de la empresa ferroviaria, a lo que hay que sumar el coste que el Ayuntamiento aportará a la hora de poner los terrenos a disposición de la obra, sobre todo por expropiaciones.. De este modo, la localidad cierra el triste capítulo de 2007 cuando fallecieron tres vecinos, al regresar de su trabajo, arrollados por un convoy.
La propuesta de supresión de los dos pasos a nivel afectados (el 64/110 y el 65/212, de la línea Redondela-Santiago de la Linea Vilagarcía de Arousa-Angueira) tenía como propósito favorecer la seguridad de los ciudadanos en sus desplazamientos por el interior del propio municipio, según consta en el convenio que acaba de hacerse público.
Cabe recordar que fue en febrero de 2016 cuando el Ayuntamiento de Valga y ADIF firmaron un propocolo de colaboración para la ejecución de varias actuaciones ferroviarias en el término municipal, cuyo principal objetivo era la supresión del paso a nivel del punto kilométrico 64+110, una reordenación líque la empresa ferroviaria tiene en cuenta en este momento con la filosofía de “preservar y mejorar la seguridad de los usuarios de las carreteras y caminos y del ferrocarril”. Para ello se comprometió a una reordenación de los pasos a nivel, así como de sus accesos, tanto de titularidad pública como privada, garantizando en este último caso el acceso a los predios afectados.
El proyecto al que se compromete ADIF deberá contar con la “conformidad” del Ayuntamiento de Valga y ser aprobada por el Pleno de la Corporación, en tanto que la Administración local no solo se obliga a poner a disposición los terrenos de forma gratuita sino que, si fuera necesario, estaría comprometida a “modificar el planeamiento urbanístico” vigente.
Pero asimismo en el citado convenio, el Ayuntamiento también se compromete a autorizar la clausura de los pasos a nivel citados una vez que finalicen las obras y después de la recepción de las mismas.
Una vez que esto ocurra, el Ayuntamiento se verá obligado a asumir el mantenimiento y conservación de las obras, a saber el paso superior, los sistemas de drenaje y los caminos de enlace.
Como queda dicho, también asume el coste de las expropiaciones estimados en algo más de doscientos mil euros, mientras que ADIF dispone una inversión de 605.000 en el paso superior; casi dos millones de euros, 88.000 en la dirección de obra, 106.000 en el control de obras y otros seis mil en un piloto de vía.
Para el desarrollo del proyecto se constituye una comisión de seguimiento que velará por el cumplimiento del convenio y resolverá las cuestiones que se planteen durante la vigencia del mismo, que tendrá una duración máxima de cuatro años, aunque se abren posibilidades de establecer prórrogas en caso de que fuese necesario.
Asimismo hay que tener en cuenta que durante las obras intentarán que no se altere el tráfico ferroviario que transcurre en este tramo afectado.
