Las instalaciones de la hatchery de A Illa han vuelto a ser asaltadas con graves consecuencias para todo su mobiliario. Alrededor de una quincena de jóvenes han sido localizados como autores del vandalismo llevado a cabo con la rotura de ventanas, mesas, puertas y material de trabajo.
Los sistemas de vigilancia de la cofradía de A Illa ya detectaron la entrada de asaltantes en la noche del pasado miércoles, pero no fue hasta la tarde del sábado cuando se cogió in fraganti a los jóvenes que habían hecho del edificio su particular zona de destrozos.
Juan José Rial Millán, presidente del pósito isleño, apuntó que “fue una vecina la que nos dio la voz de alarma. Entre Policía Local y nosotros encontramos a unos quince jóvenes, chicos y chicas, de entre 16 y 17 años que fueron los autores de todos los destrozos”.
Si bien algunos de los jóvenes localizados negaban el estar involucrados en los hechos, las imágenes de las cámaras de seguridad certificaban su presencia en el interior del edificio de Punta Quilma.
Rial Millán subraya que “tenemos que contactar con un perito para que estime cual es el montante de todos los destrozos y obrar en consecuencia. Hablaremos con los padres de estos jóvenes y plantear una solución amistosa antes de tomar otro tipo de medidas. Lo que está claro es que hicieron un daño muy importante a un bien que es propiedad del pueblo de A Illa y no puede quedar así”.
Los destrozos incluyen también daños a depósitos de miles de litros que, vacíos, fueron arrastrados a través de la instalación. Todo ello al margen de rotura de todo tipo de mobiliario.
Asaltos continuos a las instalaciones
La propia cofradía de A Illa realizará mañana martes una reunión de urgencia para abordar una situación que, respecto al criadero de almeja, se ha venido repitiendo a lo largo de los años. No son pocas las ocasiones de asalto del edificio con el único afán de realizar destrozos. Recuerda Rial Millán que “el año pasado entraron como cuatro o cinco veces, pero este año es ahora la primera vez que entran”.
Después de muchos años de inactividad, la hatchery podría retomar sus trabajos próximamente dado que la cofradía está cerca de cerrar el contrato con una empresa interesada en asentarse allí. Todo ello con la esperanza de que el último asalto no se convierta en un frenazo a una posibilidad que Rial Millán define como “muy avanzada”.