En la subzona de O Salnés son en total 21 enclaves los diseñados por la D.O. Rías Baixas que, en cifras redondas suman un total de 1.600 hectáreas para su aprovechamiento como viñedo, de un global de 2.230 en toda la Denominación de Orixe. Aunque Meaño es el municipio saliniense con más enclaves diseñados, sumando un total de ocho con 210 hectáreas, no es este el municipio con más hectáreas concebidas. Y es que donde se han apuntado más terrenos de estudio ha sido en el municipio de Sanxenxo, con dos grandes enclaves, sumando entre ambos 322,93 hectáreas. No obstante, al tratarse de terrenos ubicados en zona arbolada de Monte Faro más el que la falda que cae hacia a Vilalonga y Noalla, se presumen difíciles para su aprovechamiento agrario, dado el interés de estas zonas para otros fines (urbanizable y proyectos turísticos).

La zona preferente más grande, y en una sola pieza, es la diseñada entre los concellos de Ribadumia y Meis, que comprende un total de 298 hectáreas. Se trata una zona de monte que arranca en la parte alta de la bodega Mar de Frades y que incluiría, entre otras, zonas como Cruz de Vero, Monte do Chan, Fonte Seca, Monte Pedroso, Tomada de Andión o Volta de Castañar. Un terreno de 298 hectáreas que se divide ente los municipios mencionados. El tercero -o según se mire- por extensión en el ranking sería Meaño esas 210 hectáreas comentadas ayer.

Por el contrario, el municipio que menos hectáreas definidas como zona preferente es Cambados, con un único enclave de 6,5 hectáreas, y que responde a un terreno de monte en la localidad de Castrelo, situado en la parte de atrás de Condes de Albarei, entre los lugares de Bouza y Quintáns. Por su parte en el municipio de Vilanova la DO ha propuesto dos enclaves, que suman entre ambos un total de 156,97 hectáreas, de los que, el más grande -con 136,87 hectáreas-, se encuadra en la falda suroeste que cae de Monte Lobeira.

En municipio de Vilagarcía se han diseñado dos enclaves preferentes que suman 114,24 hectáreas. De ellos, el principal, con 89,15 hectáreas, es el ubicado en la falda NE que baja de Lobeira. Y el otro, más al norte, es enclavado en la parte baja del Xiabre por la falda SO.

En la subzona do Salnés figura también los concello de Caldas de Reis, Portas y Barro. El primero de ellos suma 251,84 hectáreas entre sus tres enclaves diseñados. Mientras, en Portas que configuran dos zonas preferentes, se contaría con 127,9 hectáreas. Y en Barro, un único enclave con una extensión de 123,10 hectáreas.

Fuera de la subzona de O Salnés, la DO ha diseñado en su propuesta para O Rosal un total de siete enclaves, de ellos cinco en el municipio de Tomiño, sumando 121,35 hectáreas, y las dos restantes en el Concello de O Rosal aunando 81,16 hectáreas. Mayor en superficie es la propuesta en la subzona del Condado de Tea, donde ese espacio preferente para viñedo Rías Baixas sumaría un total de 379 hectáreas. De ellas, 99 ha. En un único enclave en el ayuntamiento de Tui, y 77 en otro de Salceda de Caselas. Mientras, en Arbo se diseñan tres zonas que sumarían 66,23, uno el Salvaterra do Miño (34 hectáreas), otro en As Neves (33,64 ha.) y dos en Crecente su suman 68,73. En este último Concello están dando los primeros pasos para cristalizar, uno de su enclave, éste de 43,90 hectáreas, ubicado en la zona de monte de As Barrondas, a pie del núcleo poblacional de Mandelos.

La política de polígonos agroforestales, en su caso para su reconversión en viñedo, es una herramienta proyectada para su ofrecimiento a las cinco denominaciones de origen gallegas. Para las cinco (Rías Baixas, Ribeiro, Ribeira Sacra, Valdeorras y Monterrei) están diseñados así estos terrenos en estudio, susceptibles para su aprovechamiento vitícola, a costa -sobre todo- de zonas de monte. Se trata de un instrumento para la recuperación y puesta en producción de tierras de buena capacidad productiva, que se encuentran abandonadas o infrautilizadas. El objetivo es mejorar la estructura territorial de la explotación y facilitar el acceso a la tierra de nuevas iniciativas productivas. De las cinco denominaciones de origen gallegas, es en la Ribeira Sacra donde se has diseñado más zonas, con un total 136 enclaves que suman cerca de las 6.500 hectáreas. Por su parte en Ribeiro se has perfilado para este fin en torno a 2.935 hectáreas, en Valdeorras unas 630 y en Monterrei unas 355.

Cabe reseñar que, por ahora, se trata de zonas en estudio, pero susceptibles para su aprovechamiento vitícola. Para hacer posible el desarrollo de uno de esos polígonos agroforestales, cabe la iniciativa pública o privada. Tanto en un caso como en otro, se precisa el acuerdo de los propietarios que posean más del 70 por ciento de la superficie del polígono en cuestión, y que exista abandono o declaración de infrautilidad de más 50 por ciento de la superficie afectada.

De cristalizar el acuerdo, tocaría la elaboración de un proyecto que, en el caso de responder a una iniciativa privada, debe ser aprobado por la Agader, que es el órgano de la Xunta que supervisa estas iniciativas. De ser favorable, se declararían esas tierras de utilidad pública e interés social, y se procedería con las actuaciones precisas para la puesta en marcha del polígono en cuestión. Una actuación que, de solicitarlo los propietarios, llevaría aparejado consigo un proyecto de concentración parcelaria de los terrenos, que sería dotados de las infraestructuras necesarias.