En Vilagarcía, Cambados, A Illa, Vilanova, O Grove y otros muchos puertos gallegos los vendedores de las plazas de abastos apelan a la calidad y frescura de los productos que comercializan.
De este modo tratan de captar clientes y animan a la población, tanto a los arousanos como a los turistas, a acudir a estos mercados “de confianza y proximidad”, haciendo hincapié en que el verano no está siendo tan positivo como lo fue el del año pasado.
A grandes rasgos, los vendedores de las plazas coinciden con el sector hostelero al decir que “la crisis se está notando, de ahí que la gente venga con menos dinero para gastar”.
Por eso muestran su deseo de que agosto pueda resultar mejor que julio, ya que, sin ser del todo malo, “deja un sabor agridulce”, explicaban ayer en la plaza de abastos de Vilagarcía.
Lo cierto es que estos días hay abundancia de pescado, marisco y cefalópodos en estos puestos de venta. Es cierto que algunos de esos productos tienen un precio elevado, pero también lo es que su calidad está fuera de toda duda.
“Pero la gente pregunta mucho y compra poco”, indicaba una de las vendedoras vilagarcianas consultadas ayer.
Tanto aquí como en O Grove también hay placeras que dicen que “no hay motivo para la queja, aunque sí tenemos la esperanza de que agosto sea todavía mucho mejor”.
Lecturas o reflexiones, todas ellas, en las que coinciden los carniceros o los vendedores de frutas, hortalizas y verduras, así como los de bacalao salado, congelado y demás productos que operan en el mercado municipal de abastos vilagarciano, donde ayer se registró una intensa actividad.
Las lonjas
Como lo fue en algunas lonjas arousanas. En la de O Grove, por ejemplo, se vendieron 1.317 kilos de almeja japónica, con una cotización máxima de 27, 20 euros.
Además de 250 kilos de berberecho, a un tope de 9,20, 123 kilos de navaja, a 14,5 euros y 180 de pulpo, a 12,30. La nécora (45 kilos) llegó a salir a más de 62 euros.