La cooperativa Kiwi Atlántico presenta una nueva imagen. La comercializadora ha llevado a cabo una remodelación en profundidad de sus instalaciones con la meta, explica, de “optimizar su producto y conseguir uno de los objetivos estratégicos, a saber: el residuo cero”.
La empresa subraya que ha invertido tres millones de euros en la ampliación de las instalaciones al objeto de mejorar la productividad gracias a la tecnología más avanzada.
Agregan que, en estos años, han mejorado la capacidad de las cámaras frigoríficas, sustituyeron el sistema de refrigeración y las zonas de confección. Con las obras también ganaron espacio para la recepción de fruta y guardar el stock generado.
Los responsables de la firma indican que han aprobado la sustitución de una calibradora con selección de calidad y para la automatización de la paletización.
José Piñeiro, responsable de Innovación de la empresa de kiwi explica que una de las finalidades de esta importante inversión fue adquirir la nueva calibradora, una máquina de última tecnología que permite aumentar la velocidad del procesado de fruta, pudiendo superar las diez toneladas métricas por hora. Pero a la vez cuenta con tecnología punta que incluye siete cámaras multiespectrales que permiten identificar cualquier fallo que aparezca en la fruta.