Llegó a haber cerca de una decena, pero en la actualidad tan solo quedan algunos vestigios de lo que fue la potente industria conservera que, a finales del siglo XIX y principios del XX se asentó en A Illa. De todas formas, esos vestigios poseen un valor incalculable y sirven para analizar con retrospectiva la historia del pequeño municipio arousano, y más si los turistas disfrutan de una visita teatralizada a instalaciones como el Centro de Interpretación da Conserva o las casas modernistas de marqués de Bradomín. La primera de esas visitas se desarrolló ayer bajo el epígrafe “Os Goday e A Illa de Arousa”, una teatralización que explica la importancia que tuvo el asentamiento de esta familia en un lugar como el pequeño municipio isleño.
La visita arrancó en el muelle de Pau, donde los barcos acostumbraban a desembarcar las capturas de sardina y otras especies usadas en la conserva. Para ello se contó con la colaboración de la Escola de Navegación Tradicional de Dorna, en cuyas embarcaciones dio comienzo la representación. Después de ello, la siguiente para fueron los pozos de salazón, la industria previa a la conserva. La fábrica de Goday fue centro neurálgico de la actuación, donde se explicó como funcionaban las instalaciones de la primera experiencia fabril registrada no solo en A Illa, sino también en Galicia. El punto y final se puso en las casas modernistas, tres viviendas que pertenecieron a empresarios de la conserva y que hoy se encuentran en manos municipales. En esa visita destacaron los jardines y sus árboles “senlleiras” que aportaban a los hogares de los conserveros un aire de distinción.
La de ayer ha sido la primera de las representaciones, pero se espera que pueda haber más. Eso es algo que se quiere coordinar desde el Centro de Interpretación da Conserva para promover una práctica turística más equilibrada, sostenible y que no se concentre en un par de meses al año, como ocurre en la actualidad, ya que A Illa, explican desde la Concejalía de Turismo, “es mucho más que sol y playa”.
Con la recuperación de este conjunto patrimonial formado por el muelle de Pau, la antigua fábrica de Goday y las viviendas modernistas, el municipio cuenta con un gran potencial para ofrecer una experiencia turística más diferenciada, que permita conocer como fue la revolución industrial que se registró en Galicia de la mano de los fomentadores catalanes.
