La Guardia Civil abortó los dos casos de fuga que protagonizaron dos vecinos del Salnés conduciendo de forma temeraria en la huida por distintas carreteras de la comarca.

El primer caso se produjo durante la tarde del lunes cuando una patrulla del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra observa una maniobra irregular de un turismo a la altura del Km, 8,500 de la carretera PO-550, en el municipio de Meaño. Cuando la patrulla intentó interceptarlo utilizando las señales acústicas y luminosas del vehículo oficial, el conductor se dio a la fuga circulando a gran velocidad por caminos forestales de la zona.

La habilidad del conductor conduciendo a gran velocidad por una zona con evidente riesgo de colisión con el arbolado, le permitió distanciarse y ponerse fuera del alcance de la patrulla después de cerca de media hora de persecución. Pese a ello, horas después fue localizado e identificado como un vecino de Cambados, de 23 años.

El motivo de haberse dado a la fuga se deduce que fue debido a que carecía del preceptivo permiso de conducir y que, además, el vehículo llevaba dos años sin seguro y sin pasar la ITV.

En el momento en el que el joven estaba siendo notificado como presunto autor de un delito contra la seguridad vial, llegó su padre conduciendo otro vehículo, también sin ITV, con una tasa de alcohol en aire espirado que duplicaba la máxima permitida, por lo que fue denunciado igualmente.

Las diligencias instruidas se entregaron en el Juzgado de Instrucción de guardia de Cambados.

La segunda fuga la protagonizó un vecino de Vilagarcía a las 7,30 horas de la madrugada de ayer cuando circulaba a la altura del Km. 5,500, de la carretera PO-549, en esta ocasión el término municipal de Vilanova de Arousa.

El conductor desobedeció las señales de alto de otra patrulla del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra y emprendió la huida a gran velocidad hasta llegar al casco urbano de Vilagarcía donde causó una especial alarma entre los peatones por su temeraria forma de conducir, incluso por alguna calle en sentido contrario al permitido, por las aceras y sin respetar las señales de circulación.

Finalmente, abandonó el casco urbano de Villagarcía y se adentró en las pistas forestales del monte Xiabre, dónde sufrió un impacto que provocó la pérdida de aceite y potencia del vehículo, circunstancia que aprovechó la patrulla para bloquear su trayectoria y proceder a su detención.

A este conductor, de 30 años y vecino de Vilagarcía de Arousa, se le acusa de un presunto delito contra la seguridad, teniendo en cuenta que, además de haber dado resultado positivo en la prueba de alcoholemia, puso en evidente y grave peligro no solo a los vecinos de Vilagarcía a su paso por el casco urbano, sino también a los ocupantes de su vehículo, desobedeciendo de forma grave y reiterada las señales de los agentes cuando intentaron interceptarlo.

Las diligencias instruidas se entregaron en el Juzgado de Instrucción de guardia de Vilagarcía de Arousa.