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Mayo vuelve a ser mes de comuniones en O Salnés

Las parroquias retoman los calendarios habituales del sacramento, tras dos años atípicos por el COVID

Comuniones de A Xunqueira de 2019, con una de las vistosas alfombras florales que engalanan el barrio. | // NOÉ PARGA

Falta apenas un mes para que decenas de niños que llevan preparándose en la catequesis desde septiembre u octubre reciban la Primera Comunión. Durante los dos últimos años, la práctica totalidad de las parroquias arousanas suspendieron las comuniones o las fueron moviendo en el calendario según iba evolucionando la pandemia en cada momento. En este 2022, sin embargo, las celebraciones serán en sus fechas habituales.

La parroquia vilagaciana de Nosa Señora da Xunqueira celebrará a finales de mayo sus fiestas patronales y tomarán la Comunión una veintena de niños. No obstante, la fiesta no será todavía como antes de la pandemia, puesto que no habrá las tradicionales alfombras florales ni verbena. El párroco, Manuel Couceiro Cachaldora, plantea que, “queremos ir despacio y ser prudentes con la salud. Por supuesto que hay que vivir y no podemos quedarnos quietos, pero pensamos que es mejor ir poco a poco”.

Así, A Xunqueira sí celebrará la misa, la procesión y las comuniones, y se harán algunos adornos florales pequeños, pero no se verán las grandes alfombras de otros años. “Es un trabajo de mano con mano, en el que la gente está muy junta durante muchas horas, y nos parece que es mejor ir despacio y no arriesgarnos tanto”, asevera Couceiro Cachaldora.

Las parroquias de San Martiño de O Grove y de Simes, en Meaño, también harán las comuniones el último fin de semana de mayo. En el primer caso, las celebrarán sábado y domingo, puesto que hay muchos niños. En San Vicente de O Grove, por su parte, este año también se han marcado dos fechas debido al número elevado de menores que están acudiendo a la preparación. El cura párroco, Juan Ventura Martínez, explica que serán los días 4 y 11 de junio.

Las comuniones generan un importante volumen de negocio en restaurantes, estudios de fotografía o tiendas de ropa

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La celebración o no de las comuniones trasciende a las familias de los niños. Este sacramento de la Iglesia católica genera entre primavera y verano un volumen de negocio de decenas de miles de euros. Numerosos restaurantes, estudios de fotografía y tiendas de ropa gozan en esta época del año de un importante repunte de encargos de trabajo. Y los dos últimos años fueron muy atípicos.

En 2020, algunas parroquias optaron por pasar las comuniones directamente para el año siguiente, o las celebraron ya bien entrado el verano. En 2021, la situación siguió siendo anormal, puesto que cada cierto tiempo se producía un rebote de casos de coronavirus que obligaba a cambiar las fechas. Sucedió por ejemplo en Cambados, que canceló las comuniones de mayo a raíz de la irrefrenable cadena de contagios que había arrancado el mes anterior.

Este año, los niños recibirán la Primera Comunión en Cambados los días 5 y 12 de junio (domingo en ambos casos). El cura párroco de Santa Mariña Dozo, José Aldao, señala que la catequesis se ha impartido con normalidad durante todo el curso, y que están acudiendo cerca de 40 niños.

José Antonio Souto, sacerdote que tiene a su cargo cinco parroquias de Meis, indica que en estas feligresías también se están recuperando las fechas habituales. “Para las comuniones tomamos como referencia el día del Corpus”, que este año se conmemora el 16 de junio (jueves). Así, en San Lourenzo de Nogueira, serán el 19 de junio; una semana después se celebran las de San Vicente; en San Tomé serán el 3 de julio; y en San Salvador de Meis, el último domingo de ese mismo mes de julio.

Las bodas

El impacto económico de las bodas es aún superior al de las comuniones, y en este 2022 también se nota un repunte. “Vemos como se va recuperando poco a poco la normalidad”, señala José Aldao, quien avanza que tiene cuatro casamientos programados para mayo, y otros tres para junio.

José Antonio Souto no tiene, por ahora, reservadas bodas de vecinos de sus parroquias, pero sí un par de ellas de parejas de fuera que desean contraer matrimonio en Meis.

La presencia del monasterio de Armenteira y de varias bodegas de albariño con salones para la celebración de banquetes nupciales, han convertido a Meis los últimos años en uno de los lugares preferidos por muchas parejas para casarse. O Grove es otro de los destinos de cabecera para darse el sí quiero, y quizás por ello Juan Ventura Martínez ya tiene en su agenda casi diez enlaces matrimoniales para el verano. “Son más que en 2021”, aclara.

La mayoría de los feligreses siguen usando la mascarilla

La mayoría de los feligreses que acuden a misa siguen utilizando la mascarilla, ya sea para protegerse a sí mismos del riesgo de contagiarse de COVID o por respeto a sus vecinos. Juan Ventura explica que con la legislación actual en la mano, los feligreses podrían participar en la misa sin cubrebocas, “pero aunque no es obligatorio llevar la mascarilla, sí que es recomendable, y una gran mayoría de la gente sigue utilizándola”. El sacerdote explica que ya han decaído las restricciones de aforo en las iglesias durante los oficios religiosos, pero que esto no significa que la pandemia haya terminado.

Por eso, mantienen algunas de las medidas preventivas que llevan aplicando desde hace casi dos años, como son la ventilación frecuente o la colocación de botes de gel hidroalcohólico a disposición de los devotos. En Cambados, la tónica es similar. “Recomendamos mantenerla tanto en la iglesia como en los velatorios”, explica José Aldao. Es más, todavía son muchos los que siguen utilizándola incluso en los oficios que se celebran al aire libre, y pone como ejemplo la Pascua Xove del pasado fin de semana en Vilagarcía. “La mascarilla es un protector para reducir el riesgo de contagiarnos y por el momento vamos a mantenerla”, asevera Aldao.

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