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Limpieza de algas en la playa de A Braña esta misma semana.

Las algas de deriva toman las playas de Vilanova

Las mariscadoras trabajaron esta semana en su retirada de los arenales de A Braña y Con Grande, los dos más afectados

Cada vez con más frecuencia y de forma más habitual, las algas de deriva invaden los arenales de Vilanova obligando a las mariscadoras a su retirada antes de que puedan acabar con la producción marisquera. En esta ocasión, las playas más afectadas por la invasión verde ha sido la de A Braña, en Con Grande, un lugar en el que, con relativa frecuencia se registran este tipo de situaciones.

La patrona mayor de Vilanova de Arousa, María José Vales Martínez, reconocía ayer que “esto es muy desalentador, porque las mujeres no paramos de limpiar, nos vemos obligadas a tener que dejar de mariscar para retirar las algas y ya no sabemos cómo vamos a afrontarlo”. En estos momentos, la Cofradía de Vilanova tiene un total de 180 mujeres faenando, de las que entre 35 y 50 rotan para dedicarse todos los días a la retirada de las algas. “El resto les cubren la tasa del marisco, pero la gente lo que quiere es trabajar, no tener que estar retirando las malditas algas de las playas”, explica Vales.

Las mariscadoras de Vilanova llevan años buscando soluciones para tratar de eliminar la presencia de algas de deriva en sus playas. El último paso, a través de los grupos de acción pesquera, ha sido contactar con universidades del País Vasco para analizar sus posibles aprovechamientos, lo que permitiría complementar ingresos a las mariscadoras. De todas formas, esa posibilidad es bastante remota, algo que tienen muy claro las mariscadoras, que lo único que quieren es que el manto verde no continúe cubriendo las playas.

Además de que se cubran los arenales, las mariscadoras también tienen el problema de donde arrojarlas cuando las retiran. En la mayor parte de las ocasiones, el destino de estas algas es convertirse en abono o fertilizante para las fincas de los alrededores, pero cuando ya no hay más fincas donde arrojarlas, acaban levantando molestias de olores en las inmediaciones de esas playas.

Vales advierte de que estos episodios de acumulación de algas en las playas “se están convirtiendo en demasiado frecuentes debido a la gran cantidad de nutrientes que reciben estas especies a causa de los vertidos que sufre la ría”. La patrona insiste en la necesidad de acabar con ellos “si queremos seguir viviendo del marisqueo”.

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