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Otro morito de visita en O Grove

Liberan un ejemplar marcado con ayuda de la Estación Biológica de Doñana

El morito común, aún en manos del delegado de la Xunta, emprende el vuelo en A Lanzada, esta mañana.

En invierno, el Complejo Intermareal Umia-O Grove puede dar cabida a más de 13.000 aves acuáticas. Algunas, como la barnacla carinegra (Branta bernicla), que ocupa en épocas de cría el Ártico y densas áreas de Noruega, Groenlandia, Rusia, Canadá y Alaska, realizan hasta 6.000 kilómetros en sus desplazamientos migratorios.

De ahí que algún ejemplar se deje caer por este espacio natural privilegiado, del que también disfrutan en ocasiones aves tan poco frecuentes como el tarro blanco (Tadorna tadorna) y la garceta grande (Casmerodius albus).

Desde esta mañana hay un nuevo inquilino, un morito común.

Pato cuchara, silbón europeo, ánade rabudo, cerceta, espátula, garza real, garceta, cormorán, aguilucho lagunero, ostrero euroasiático, chorlito dorado, chorlitejo grande, zarapito trinador, zarapito real, aguja colipinta, correlimos tridáctilo, archibebe, colimbo, págalo, arao, alca... ¿Qué tienen en común estas especies? Pues que suelen dejarse ver en el Complejo Intermareal Umia O Grove y su entorno.

A ellas se suma el morito común (Plegadis falcinellus), conocido en Galicia como “mazarico negro” y el único ibis que aparece de forma natural en Europa. 

Así lo detalla la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), cuando explica que “su talla, su pico curvo y sus tonos oscuros lo hacen inconfundible”. Antes de puntualizar que “ha recolonizado recientemente nuestro país, y en los últimos años se ha consolidado la reproducción de casi un millar de parejas en un único enclave de las marismas del Guadalquivir”. 

Estas explicaciones de la entidad encargada de gestionar la Reserva Ornitológica de O Grove vienen a cuento después de que la Xunta liberara esta mañana en A Lanzada un ejemplar de morito común.

Luis López, el delegado territorial de la Xunta, fue el encargado de soltar esta zancuda que fue curada de sus heridas en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre (CRFS) de Carballedo, en el Ayuntamiento de Cerdedo-Cotobade.

Luis López, el delegado territorial de la Xunta, fue el encargado de soltar la zancuda. FdV

Protocolo de seguridad sanitaria ante la influenza aviar

Había sido encontrado el 22 de febrero en un jardín de una vivienda de Campañó (Pontevedra), y presentaba evidentes signos de debilidad. Paralelamente, y teniendo en cuenta los hábitos de esta ave y que procedía de una Zona de Especial Vigilancia, se aplicó el protocolo de seguridad sanitaria y se tomaron muestras de influenza aviar.

Tras pasar seis día en la UVI y un total de trece sometido a todo tipo de cuidados, se comprobó que el ave había recuperado fuerzas y peso, por lo que estaba preparada para regresar a la libertad.

Y eso fue lo que se hizo en uno de los observatorios de aves más importante del Complejo Intermareal Umia-O Grove, el de A Lanzada.

Debidamente anillado

Emprendió el vuelo provisto de una anilla metálica tradicional, “de gran utilidad para reconocerlo en caso de que en el futuro sufra algún problema”, explican en la Consellería de Medio Ambiente.

Además se le colocó otra de lectura a distancia, en este caso facilitada por la Estación Biológica de Doñana, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). 

El delegado de la Xunta sostiene el morito común antes de soltarlo. FdV

Se hizo así porque el morito común “es la única especie a la que se realiza un proyecto de control específico en toda España”, para obtener datos sobre la evolución de los distintos ecosistemas que suele visitar.

Una vez liberado el segundo morito común recuperado en Carballedo desde diciembre –el anterior había sido rescatado en la zona portuaria de Vigo–, Luis López quiso hacer constar el “indiscutible compromiso de la Xunta con el medio ambiente, la naturaleza y la biodiversidad”.

E incidió en ello para dejar constancia de que “además de abordar acciones de tratamiento y reciclaje de residuos, así como de cuidado de los espacios naturales, disponemos de servicios tan avanzados como el del centro de fauna de Carballedo, que nos permite recuperar a los animales salvajes cuando están heridos y devolverlos a la libertad”.

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Día de las Aves en O Grove Faro de Vigo

Hay precedentes

Procede reseñar que el liberado esta mañana no es el único ejemplar de morito común visto en la zona, aunque bien es cierto que los avistamientos de esta especie son muy escasos.

FARO DE VIGO ya dio cuenta en diciembre de 2014 de la localización de un ejemplar en el Complejo Intermareal Umia-O Grove.

Fue con motivo del "Gran Reto", el concurso celebrado en octubre de aquel año por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), que tuvo como "campamento base" el Concello de O Grove.

Semanas después del avistamiento de aquel morito, desde el Proyecto de Inversión Ornitológica (PIO) explicaban que este ejemplar aún se encontraba en el entorno de O Bao, es decir, en ese importante espacio natural que conforman el istmo de A Lanzada y la desembocadura del río Umia.

Se trata de una especie muy poco común en Galicia, de ahí que a través del PIO la concejalía de Medio Ambiente de O Grove incidiera en la importancia de esta localidad para las aves y resaltara la relevancia del avistamiento de este morito y su continuidad "entre nosotros".

"Es la ocasión idónea para disfrutar de un ave curiosa y escasa en Galicia que se mueve por distintos puntos de nuestras zonas húmedas", esgrimían en el PIO, donde aclaraban que "se está dejando ver de manera muy confiada".

El morito visto en el espacio intermareal meco. PIO

Aprovechaban para explicar que la silueta del morito "recuerda al zarapito real (Numenius arquata) y su hábitat son los humedales con abundante vegetación palustre, los campos de cultivo y los prados".

Esta ave "se alimenta sobre todo de insectos, aunque también puede capturar anfibios y pequeños peces". Es relativamente sencillo encontrarlo en diferentes humedales de España, especialmente "en las costas catalanas, levantinas y andaluzas, siendo Doñana donde se encuentra la mayor colonia de cría peninsular" de esta ave que suele nidificar "en árboles que comparte con otras especies, como garzas o cigüeñas".

Una bandada de barnacla carinegra en pleno vuelo. // Jesús Menéndez

Barnacla carinegra, la cariblanca y otras especies raras

Los ornitólogos hacen hincapié en la aparición de especies poco habituales en Galicia que no dudan en detenerse en el Complejo Intermareal Umia-O Grove, ya sea para quedarse una temporada o para reponer fuerzas y descansar durante sus movimientos migracionales.

En enero de 2012, por ejemplo, se elaboraba un censo de aves que llevó a diversos expertos al istmo de A Lanzada, donde pudieron constatar la presencia de aves tan poco habituales como la barnacla carinegra (Branta bernicla). En concreto se habían avistado cinco ejemplares de esta especie, junto a tres garcetas grandes (Casmerodius albus), que tampoco es frecuente en la zona.

Ya se explicó entonces en FARO que la barnacla carinegra es una variedad de ganso que cría en el Ártico y diferentes zonas de Noruega, Groenlandia, Rusia, Canadá y Alaska, llegando a recorrer 5.000 o 6.000 kilómetros en sus migraciones hacia el sur de Europa, la costa Atlántica de Estados Unidos y el Pacífico.

Una barnacla cariblanca. // Gonzalo Palacios / SEO

La barnacla carinegra es un ave con el pico, las patas, la cabeza, el cuello, el pecho y el dorso anterior de color negro y una pequeña mancha blanca a ambos lados del cuello. El plumaje restante es gris oscuro, con plumas cobertoras de la cola blancas y las partes inferiores en tono gris pizarra.

Y eso no es todo, pues en 2013 los medios de comunicación de Escocia daban cuenta de la localización en O Grove de un ejemplar de barnacla cariblanca (Branta Leucopsis) anillado en Escocia en 2004.

Otra especie poco habitual en el complejo intermareal pero también avistada por los ornitólogos es la garceta grande o garza blanca, que puede medir un metro de alto. Tiene el pico amarillo y las patas negras, aunque cambian de color en época de cría.

La sorprendente visita de un ave que ni siquiera tenía nombre

En este humedal grovense -y más concretamente en A Lanzada- incluso se avistó un ejemplar de Melanitta deglandi stejnegeri, una subespecie de la familia de los negrones que es tan rara por estas latitudes que ni siquiera tiene nombre en español. Fue en enero de 2012 cuando se hizo oficial en O Grove el primer registro de dicha especie en España. Encarna González, coordinadora de SEO-Pontevedra, indicaba entonces que aquel ejemplar quizás podía haberse perdido durante la migración, pues se trata de un ave propia de la zona ártica y el noreste de Asia.

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