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Una licencia pagada, una acta de replanteo y muchas incógnitas sobre la nave de O Aguiúncho

La empresa pagó las tasas municipales aunque el Concello mantiene que todavía no existe una licencia definitiva

Concentración de bateeiros ante las obras de O Aguiúncho, en A Illa.

La construcción de la nave para hibernar en el puerto de A Illa se ha convertido en un arma arrojadiza en la política local que no alcanza a clarificar una serie de incógnitas que han permitido que se llegase hasta la situación en la que estamos: la construcción de la nave paralizada pese a que ha superado las trabas legales sin alegaciones, el sector del mar revolucionado en su contra y con el Concello y Portos señalados por la sociedad isleña al autorizar un proyecto que conlleva la instalación de una nave de hasta 12 metros en plena fachada marítima.

Desde que se inició la tramitación del expediente, el proyecto de la nave ha ido superando tramitaciones, incluida la supervisión y el acta de replanteo, firmados por el ingeniero de la zona sur de Portos. Esa última autorización fue la que llevó a la empresa a dar el paso para iniciar las obras, una sobras que acabarían motivando las protestas y una concentración de una s250 personas ante las mismas. Sin embargo, pocos días después de iniciarse la actuación, la empresa recibió una acta de paralización.

Los motivos que esgrime Portos para paralizar la obra, explicaban ayer desde el ente, es que, si bien en un procedimiento normal, el acta de replanteo permite el inicio de las obras, en este caso no es así. Desde el ente se reconoce que para la construcción de la nave se solicitaron muchos más requisitos por el impacto visual que iba a causar. “Dentro de lo que marca la ley, se ha sido muy riguroso”, explican. De hecho, insisten en que se le ha solicitado a la empresa un proyecto constructivo del que depende la autorización para iniciar una sobras para las que no llega con el acta de replanteo y un proyecto básico. “La empresa sabía perfectamente que el acta de replanteo no significaba un permiso para comenzar con la obra porque se le exigía un proyecto constructivo, algo que se le comunicó por escrito en varias ocasiones”, señalan.

Otro de los documentos que tiene la empresa es el pago de las tasas municipales, entendiendo que el pago que otorga una serie de derechos en contraprestaciones, como el de poder ejecutar el proyecto. El pago de la licencia municipal se efectuó a principios de noviembre de este mismo año, cuando ya había explotado el conflicto por el espacio portuario y en ningún momento se le comunicó a la empresa que no debía realizar el abono de esas tasas. Sin embargo, Carlos iglesias seguía manteniendo ayer que lo que tiene la empresa es una licencia provisional, no una definitiva, por eso se solicitó la paralización de las obras.

La guerra política que ha desatado la construcción de la nave en A Illa es algo en lo que la empresa no quiere entrar, tal y como afirmaba ayer uno de sus representantes, limitándose a afirmar que “nosotros hemos cumplido en todo momento con la legalidad vigente y si, en algún momento nos sentimos perjudicados, tomaremos las medidas que estimemos oportunas”.

Aunque en O Xufre no existe un plan de puertos, ese muelle si está sometido a la Lei de Portos, que autorizaría la construcción de una nave como la que se quiere instalar en O Aguiúncho. Pero es que además, en la DEUP de 2015 del muelle de O Xufre existe un artículo en el que se aborda precisamente la situación del terreno sobre el que se va a construir la infraestructura. En ese artículo se señala que la altura máxima de coronación de las edificaciones será de 12 metros, exceptuándose esta limitación en aquellas instalaciones singulares destinadas al servicio del puerto, tales como depósitos, silos, torres de alumbrado y balizamiento.

Mientras todo esto se clarifica, la obra permanece paralizada a la espera de ver que ocurre con los pasos que se ha comprometido a dar el Concello para tratar de paralizarla y evitar que acabe convirtiéndose en el frontal de la fachada marítima.

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