La colaboración policial a nivel internacional ha permitido intervenir la mayor cantidad de cocaína de la historia a bordo de un velero.

Nada más y nada menos que 5.200 kilogramos de droga aprehendida en aguas del Océano Atlántico en una embarcación en la que viajaban dos vilagarcianos, uno de ellos “un destacado y conocido lanchero que se encontraba en busca y captura por otro transporte de cocaína que fue frustrado en marzo del año pasado”, señalan los investigadores.

Intervenida más cocaína que nunca en un velero

Intervenida más cocaína que nunca en un velero M. Méndez

Se trata de Carlos Silla, presuntamente implicado en un alijo de 3.700 kilos aprehendido el 28 de marzo de 2020 dentro de la operación “Lince”, la primera de la pandemia.

Además de Silla, han sido arrestadas otras dos personas, todas tripulantes del velero. Son un vilagarciano y un peruano con residencia en España que carecen de antecedentes penales, si bien ambos eran conocidos por la Policía Nacional “por su estrecha relación con los integrantes de uno de los más importantes grupos de lancheros de la ría de Arousa”.

En Lisboa

Los tres arrestados se encontraban ayer en Lisboa pendientes de pasar a disposición judicial, después de que la embarcación interceptada por los agentes atracase en puerto luso.

De Colombia y Venezuela a Europa

Esta operación conjunta entre la Policía portuguesa y la española bautizada como “Marea Blanca” arrancó a principios de este año con el objetivo de desarticular una organización internacional supuestamente dedicada a la exportación “de ingentes cantidades de cocaína” desde Colombia y Venezuela hasta Europa.

El velero interceptado.

El velero interceptado.

Según relatan los investigadores, el traslado de la droga se realizaba en embarcaciones de recreo, principalmente yates y veleros. Durante las pesquisas, en las que participaron varias agencias antidroga de distintos países, se pudo identificar a las personas que presuntamente almacenaban y transportaban la cocaína desde Sudamérica, y también a las que desde la península la distribuían por el resto de Europa.

En agosto el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC) averiguó el velero que realizaría el siguiente transporte. Se trataba de una embarcación de 23,44 metros de eslora de bandera española, si bien tanto la identificación como el origen del velero eran falsos para camuflar la presunta actividad ilícita.

Un treintañero al que se le atribuye una intensa actividad

Carlos Silla solo tiene 35 años y está considerado entre las fuerzas antidroga como uno de los presuntos cabecillas de una potente red de tráfico de estupefacientes. Sin duda un objetivo escurridizo para la Policía, que después de más de año y medio en busca y captura, ha logrado darle caza con las manos en la masa al tripular un velero con 5.200 kilos de cocaína a bordo.

Fuentes próximas a la investigación sostienen que desde que se fugó en marzo de 2020 a raíz de la operación Lince que estalló en pleno confinamiento no habría dejado de trabajar en el negocio, con frecuentes travesías en las que el vilagarciano nunca se arriesgaría a pisar la costa gallega.

Ya en esa macroredada que logró burlar se le consideraba jefe del grupo arousano, supuesto encargado de la coordinación y financiación de la operación. El que sí cayó ya en aquel momento fue el histórico Antolín Fernández Pajuelo, presunto responsable de la rama de la organización de A Guarda.

En el sur de la península

Las investigaciones avanzaron y los agentes descubrieron que la descarga se haría de forma inminente, pues en septiembre el velero ya había emprendido el viaje de vuelta a España, “albergando una inusual cantidad de cocaína que iba dirigida a los clientes que la habían adquirido en origen y que tenían las “go-fast” en el sur de la península Ibérica, preparadas para recogerla en las coordenadas del Atlántico estipuladas para ello”, reza el comunicado policial.

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Fue el 16 de octubre cuando se localizó el barco y un equipo de asalto de la Armada Portuguesa acompañado de agentes de la Policía Nacional de España y de la Judiciária de Portugal lo abordaron, hallando una buena cantidad de fardos en la cubierta y a simple vista. Se contabilizaron un total de 183.

Inhibidores de frecuencia de última generación

El registro del velero en aguas del Océano Atlántico permitió la aprehensión de más de 5 toneladas de cocaína, “una cantidad insólita hasta la fecha y que pone de relevancia el potencial de las organizaciones implicadas en la operación”, destacan la Policía Nacional española y la Judiciária portuguesa en un comunicado conjunto.

Además, también fueron intervenidos sistemas de comunicación e inhibición de frecuencias de última generación “que proporcionaban seguridad a cada una de las maniobras ilegales que los tripulantes han tenido que realizar desde que se inició el periplo” al otro lado del charco.

A esta investigación conjunta de la Policía Nacional en España y la Policía Judiciária en Portugal hay que añadir la participación del Ejército del Aire portugués, la Armada lusa, la National Crime Agency del Reino Unido, la DEA estadounidense, el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC), el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco) y la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional de Colombia.