Los bastoncillos de plástico se han sustituido por los de cartón, lo cual, unido a la prohibición o mayor control sobre pajitas, bolsas, vasos, platos y cubiertos de usar y tirar, hace que la contaminación parezca reducirse en las playas. Al menos en lo que a este tipo de materiales se refiere, puesto que hay otros que siguen castigando con dureza al medio marino en todo el mundo.
Es una de las conclusiones a las que llega la comunidad educativa del IES As Bizocas después de haber participado, un año más, en la jornada solidaria y simultánea de limpieza de playas promovida por la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega).
Todo tipo de desperdicios
Una jornada de formación, divulgación y concienciación que sirve para alertar sobre los peligros del plástico y demás basura marina en la que alumnos y profesores recogieron 249 colillas, 200 trozos de plástico de entre uno y diez centímetros, 101 palillos de los empleados en el cultivo de mejillón, 94 tapones, mascarillas de protección frente al COVID y trozos de cuerda.
Además de otros muchos objetos, entre ellos bolsas de plástico, ropa, calzado, flotadores de redes, aplicadores de tampones, un palé, una viga metálica, una silla de terraza, una bolsa con excrementos caninos y una flor de plástico.
Pero la labor del IES As Bizocas no se limitó a esa recogida solidaria de basura, sino que en las jornadas previas desarrolló su proyecto “Edu-sostible+Edu-saúde”, con el que “educar en la idea de la interrelación entre la salud del planeta y de la humanidade, así como en la necesidad de mejorar ambas”.
De ahí que antes de la salida a la playa de Area da Cruz los alumnos se dedicaran en clases de Inglés, Educación Física, Física e Química, Tecnoloxía, Lingua Galega y en Bioloxía e Xeoloxía a “analizar el problema de los microplásticos y la que es principal solución: reducir el consumo de plásticos”.
