Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ambulantes de Cambados situados junto al mar exigen volver a sus antiguos puestos

Los vendedores, ayer junto a sus puestos montados en la acera, y a la izquierda, la zona que les asignó el Ayuntamiento, y que ellos desean abandonar. | // IÑAKI ABELLA

Un grupo de vendedores ambulantes que trabajan en el mercado de Cambados urgen al Concello a que les reubiquen en los puestos que tenían antes de la pandemia. Se trata de un grupo de feriantes que antes de la pandemia ejercían la venta en la acera posterior del paseo marítimo de San Tomé, entre el acceso a la isla de As Goritas y el salón de Peña. Cuando se inició la desescalada del confinamiento de 2020, fueron reubicados en la parte inferior del paseo, junto al mar. Se encuentran desde entonces en esa ubicación, pero quieren volver a la anterior.

Los vendedores manifestaron ayer a FARO que junto al mar la afluencia de gente ha caído en picado, hasta el extremo de que algunos feriantes incluso han renunciado a trabajar en el mercado de Cambados. Argumentan que los compradores no bajan a donde están ellos, y que en invierno, con mal tiempo, están muy expuestos al viento. “Los plásticos de los puestos hacen vela, en cualquier momento se nos cae todo”, afirma una de las afectadas por la medida.

Los afectados afirman que, "estamos dispuestos a manifestarnos delante del Ayuntamiento si hace falta”

decoration

El Ayuntamiento, por su parte, argumenta que no puede atender la petición de los ambulantes puesto que la normativa de la Xunta para los mercados establece que entre un puesto y el situado enfrente tiene que haber una distancia mínima de seis metros. El concejal de Facenda, Xurxo Charlín, sostiene al respecto que si los ambulantes que protestan se situasen en la parte superior del paseo marítimo, estarían a tres metros de distancia de los vendedores de la acera opuesta, con lo cual se estaría incumpliendo la norma de la Xunta.

La situación se ha enquistado, hasta el extremo de que los vendedores no aguantan más, y han avanzado que de ahora en adelante montarán sus puestos en la acera superior, que es donde vendían antes de la pandemia. “Estamos dispuestos a manifestarnos delante del Ayuntamiento si hace falta”, afirma una de las portavoces del grupo de vendedores.

Ayer miércoles, sin ir más lejos, montaron sus mostradores en la antigua ubicación. Temían que en un momento dado acudiese la Policía Local a mandarles levantar y trasladarse a la orilla del mar, pero esto finalmente no sucedió. El sábado intentarán colocarse de nuevo en la parte posterior del paseo.

Los vendedores

Los vendedores se quejan de que en la parte baja del paseo marítimo, “no vendemos nada, la gente no viene por aquí”. En este sentido, para llegar a donde están ellos hay que salvar un escalón relativamente alto, insuperable para personas muy mayores o de movilidad reducida. Si hay unos escalones para pasar de una parte a otra, pero muy distanciados entre sí.

Otro de los argumentos de los ambulantes que se quejan de la postura del Concello es que junto al mar están muy expuestos a las inclemencias meteorológicas. “En invierno se nos cae la ropa y las pinzas al mar”, afirman. Se quejan de que en el Concello ni siquiera quieren escucharles, y acusan de ello a los concejales de Comercio, Fernando Patricio, y de Economía, Xurxo Charlín. “Ninguno de los dos da la cara”, manifiesta un afectado.

“Entiendo que el sitio en el que están no es el mejor, pero es el que se puede ocupar dentro de las posibilidades que hay ahora”

Xurxo Charlín - Concejal de Economía

decoration

Ellos consideran que el Ayuntamiento hace oídos sordos a sus peticiones, “porque lo que quieren es que nos vayamos para la Rúa Nova, lo que nos están haciendo es un chantaje”. Pero, sobre todo, afirman que en esa calle, situada entre los edificios de la Cofradía y de la Sociedad Cultural, “no hay mercado, no se vende nada”.

Piden volver a su ubicación antigua, en la acera alta del paseo marítimo, pues consideran que su actividad es segura, al desarrollarse al aire libre y teniendo en cuenta que en invierno baja la afluencia de gente al mercado. “Están mejorando todos, los bares, las discotecas, y nosotros seguimos como cuando estábamos confinados... Nosotros lo único que queremos es trabajar, y aquí abajo no vendemos”.

El Concello

Xurxo Charlín declaró a preguntas de FARO que, “entiendo que el sitio en el que están no es el mejor, pero es el que se puede ocupar dentro de las posibilidades que hay ahora”. Sostiene que el cambio de ubicación se debe a las normas de la Xunta sobre los mercados ambulantes, que según él obligan a distanciar seis metros los frentes de cada puesto, y que cuando terminen las restricciones, “nos sentaremos a hablar con los vendedores para analizar las mejores opciones”.

Además, Charlín ha dicho que se le ofreció a los ambulantes situados en la parte baja del paseo que se trasladasen a la Rúa Nova, pero que estos se negaron. Eso sí, insiste en que el plan del Concello pasa porque el mercado se condense en esa vía del casco antiguo y en las proximidades de la plaza de abastos.

Compartir el artículo

stats