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Cambados pagará 97.000 euros por abrir una calle en un terreno que no era suyo

Samuel Lago y Xurxo Charlín, en una comparecencia reciente en Fefiñáns. | // NOÉ PARGA

El Ayuntamiento de Cambados hará efectivo en breve el pago de 97.000 euros a la empresa Promociones Surgasa, después de abrir y urbanizar una calle en 2011 que ni siquiera estaba escriturada a nombre de la administración. En realidad, la cantidad económica que deberá asumir el Concello es bastante mayor, pues a los 97.000 euros de la reclamación hay que añadir los intereses y el pago de las costas del juicio en Pontevedra.

Los concejales de Obras, Samuel Lago, y Urbanismo, Xurxo Charlín, han criticado con dureza al hoy líder del PP de Cambados, Luis Aragunde, que era alcalde de Cambados en 2011. Y es que el Concello ha perdido el juicio por la gestión de un convenio que inició Aragunde en ese año, pero que nunca llegó a ejecutar, pese a que estuvo en el gobierno municipal hasta mediados del año 2015.

Samuel Lago dijo de Aragunde que, “hizo una gestión nefasta”. “No se pueden priorizar los intereses particulares de unas personas determinadas, sean quien sean, sobre el interés general”. Xurxo Charlín se expresó en términos similares. “Pasados seis años de la salida del PP del gobierno municipal seguimos pagando su mala gestión. En el caso del convenio de la calle Sabugueiro es que no tenía ni pies ni cabeza”. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo donde se juzgó la demanda de Surgasa censuró que no existía un convenio formal, que los vecinos implicados no lo llegaron a firmar y que no se aprobó en ningún órgano municipal.

Calle Sabugueiro

En 2011, Promociones Surgasa quería la licencia de primera ocupación para un edificio de viviendas que había construido en las proximidades de la avenida de Vilariño, a las afueras del casco urbano cambadés. Pero el Ayuntamiento no se la podía dar porque una de las fachadas del inmueble y los portales daban a una servidumbre de paso sin urbanizar.

Los promotores y el Concello encontraron una posible salida al embrollo, implicando a cuatro vecinos que tenían en la zona unos terrenos sin salida a una vía pública urbanizada. Se decidió hacer una propuesta de convenio a tres bandas, de modo que Surgasa cediese los terrenos necesarios para la urbanización de la calle, el Ayuntamiento abriese el vial, y los cuatro propietarios de las fincas abonasen 97.000 euros, puesto que con la obra sus parcelas se convertirían en solares urbanizables y ganarían en consecuencia mucho valor.

El Concello tenía que reunir el dinero de cuatro propietarios de terrenos y entregárselos a la constructora, pero el convenio no llegó a formalizarse nunca

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En una de las cláusulas del acuerdo, el Ayuntamiento se comprometía a recabar esos 97.000 euros de los vecinos para entregárselos después a Surgasa, y se decía que si no reunía el dinero en cinco años, sería la administración municipal la que debería abonar esa cantidad a los constructores. Y pasaron los años y los vecinos no entregaron el dinero al Concello.

La sentencia del Contencioso plantea que los propietarios de la finca jamás llegaron a sellar por escrito su conformidad con el acuerdo, y que el convenio nunca llegó a ser oficial. Por ello, el Concello inicialmente no pagó la cantidad reclamada por Surgasa, pero la empresa llevó el asunto a los juzgados.

Tanto es así que a día de hoy la calle aún está formalmente embargada. Y el Juzgado le ha dado la razón a la promotora inmobiliaria, al entender los magistrados de lo Contencioso que la empresa cumplió su parte del trato cediendo los terrenos, y que el Ayuntamiento había aceptado ser responsable subsidiario en caso de que los dueños de los futuros solares no abonasen los 97.000 euros.

Los concejales del bipartito actual censuran esta herencia de Aragunde. “Seis años después seguimos pagando sus errores”, coinciden Charlín y Lago.

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