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Sin ayuda y sin un lugar donde arrojarlas, la dura lucha de Vilanova contra las algas

Mariscadoras de Vilanova durante las tareras de limpieza en la zona de As Patiñas. Noé Parga

Calor y mucha humedad, esas son las condiciones para que una alga que en Vilanova llaman “limo” prolifere como la espuma por las playas y se convierta en una seria amenaza para la producción marisquera. Las mariscadoras de Vilanova se han embarcado, por enésima vez, en esa lucha que acaban venciendo, pero que les acaba provocando multitud de problemas. El principal de esos problemas es donde arrojar las algas que retiran de las playas.

“No contamos con un lugar adecuado, tenemos que recurrir a fincas privadas cuyos propietarios, en muchas ocasiones, acaban recibiendo quejas de vecinos por el mal olor”, explica la patrona mayor de Vilanova de Arousa, Marísa José Vales. La responsable del pósito carga directamente contra la Xunta, a la que acusa de “inactividad y de ignorarnos por completo a la hora de buscar una solución para este problema que sufrimos año tras año sin que desde ese gabinete de la Xunta se registre una mísera llamada”. Vales insiste en que “la Consellería es la que puede habilitar las herramientas necesarias para buscar una fórmula que permita eliminarlas, no la tenemos las cofradías, que no podemos hacer frente al posible coste económico que eso puede suponer”.

La patrona mayor, María José Vales, censura a Mar por no darles una alternativa para su eliminación

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La problemática de las algas suele arrancar después de que se registren fenómenos meteorológicos adversos, ya que las mareas arrastran hasta las playas la conocida como “verdeño”, un alga que, si se retira a tiempo, no causa mayor problema que el de cubrir de un espeso manto el arenal. Esa alga “fue retirada este año en tractores para campos de cultivo, donde se utiliza de fertilizante”, explica Vales. El problema es eliminar en esta época del año la gran cantidad de algas que se encuentra en esas playas ya que “nadie la necesita y esto nos está creando un serio problema que ninguna administración se implica en su resolución, pese a que nos encontramos en plena campaña turística”. La pasada semana, las mariscadoras de Vilanova se han esforzado en la limpieza de playas como As Patiñas, O Castelete, Con Grande y otros puntos en los que la proliferación de algas amenaza con dañar la producción marisquera. Esta, asegura Vales, todavía no ha sufrido ninguna merma pero “porque las mariscadoras nos esforzamos en retirar las algas perdiendo de nuestro tiempo de trabajo para acudir a las limpiezas”.

Fracaso en el intento de venderlas

Una de las alternativas que se barajó desde la Cofradía de Vilanova a las algas que llegaban a las playas fue la de venderlas a empresas que las ponen en el mercado con diferentes destinos, desde la alimentación hasta cosméticos pasando por abonos. Sin embargo, esa posibilidad no ha conseguido salir adelante ya que “las empresas las quieren limpias de arenas y lavadas, lo que nos obligaba a contar con una infraestructura que nosotros no podíamos poner en marcha”, explica Vales. La Cofradía de Vilanova se implicó en la búsqueda de soluciones, llegando a colaborar en un estudio de la universidad para tratar de buscar un aprovechamiento económico para las algas. Sin embargo, el estudio todavía se encuentra a la espera de unas conclusiones que, muy probablemente, “no resulten muy satisfactorias para nuestros intereses”.

Tratar de evitar la mortandad del marisco

Vales calcula que la plaga verde que cubre sus espacios de marisqueo se va a extender hasta después del verano, “porque las condiciones meteorológicas que se están registrando así lo favorecen, con mucho calor y una gran humedad que hace que retiremos esta especie de ‘limo’ para que, al día siguiente, vuelva a encontrarse en la misma situación o peor la playa”. El temor que tiene la patrona mayor es a que “se registre una intensa mortandad, algo de lo que nos estamos salvando en estos momentos, pero solo gracias al trabajo de las mariscadoras y del marisqueo a flote, que también está colaborando en la eliminación de las algas”. Es cierto que, en algún a ocasión, “ha llegado a provocar problemas de estas características, pero las mariscadoras llevamos muchos años encima para evitarlo

Un problema en toda la ría


La eliminación de las algas se ha convertido en un problema para varias cofradías. Además de la de Vilanova, las algas se han convertido en un auténtico suplicio para la Cofradía de A Illa, cuyas mariscadoras también se implican de manera habitual en la limpieza de las mismas. La propia Vales no duda en asegurar que “este año, las algas son imparables, son un problema para el que es imposible encontrar la solución adecuada y que siempre acaba desbordándonos a todas, por eso creemos que es hora de que las administraciones se impliquen a la hora de buscar una solución que evite estas situaciones y estas amenazas.”.

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