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Sin sustituciones y diez horas de trabajo: el COVID colapsa la atención primaria de O Salnés

| Fernando Padín: “Esto ha hecho saltar las maltrechas costuras del sistema”

Colas de pacientes en el centro de salud de Cambados, ayer. | // NOÉ PARGA

Llevaban años arrastrando una situación muy complicada, con dificultades para cubrir bajas y vacaciones y con muy poco tiempo para atender a los pacientes, pero la eclosión de la quinta ola ha hecho saltar por los aires las pocas costuras que le quedaban a la atención primaria en la comarca de O Salnés. Jornadas maratonianas de hasta diez horas de duración, en las que atienden sus pacientes y los del compañero que se encuentra de vacaciones y a los que hay que sumar la atención telefónica y el control de los casos COVID-19 por la falta de rastreadores.

Los médicos y enfermeros de la atención primaria ya no pueden más, aseguran encontrarse en una situación límite, pero lo verdaderamente preocupante es que el Sergas no ofrece ningún tipo de solución al respecto. En todos los centros de salud de la comarca hay médicos de vacaciones o de baja laboral y sus puestos no se están cubriendo, lo que obliga a sus compañeros a un esfuerzo extra. “Hay días que empiezas con un número de pacientes máximo, todos los que te da la agenda, que son 40, y al final de la jornada, tres horas después de lo que marca tu jornada, has atendido 80; así resulta imposible trabajar, pero lo estamos haciendo a costa de nuestra salud”, explicaba ayer el médico de atención primaria Fernando Padín.

Todos los centros de salud de la comarca están al mínimo de personal pese a ocuparse del seguimiento de los pacientes de coronavirus

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Hacer un recorrido por los diferentes centros de atención primaria de la comarca puede llegar a resultar desalentador. En Sanxenxo, de diez médicos, sólo hay tres, además de faltar dos enfermeras. En O Grove, falta un médico, otro atiende por horas y un tercero solo por teléfono. En Cambados hay cinco médicos y no los diez que debería haber, mientras que en Vilagarcía faltan nueve facultativos. En lugares como A Illa se han quedado sin pediatra desde hace un año, un servicio que compartían con Ribadumia, donde tan solo queda un médico, mientras que consultorios como el de Baión cerrarán sus puertas en agosto por vacaciones del personal o directamente, no está previsto volver a abrirlos como Vilaxoán y Paradela.

Esa falta de médicos se está notando precisamente en los centros de salud más pequeños, donde se quedan sin los servicios, mientras se sobrecargan los más grandes, como Cambados y Vilagarcía, que tienen que atender a pacientes de otros puntos de la comarca.

“El COVID ha tensionado muchísimo las costuras de Atención Primaria; llevábamos mucho tiempo advirtiéndolo y ahora nos encontramos con esto, los médicos, una vez formados, desaparecen porque aquí no se les ofrecen contratos que les resulten atractivos y optan por desplazarse a otros lados”, explica Padín. El facultativo quiere dejar claro que “no es por una cuestión de dinero por lo que lo hacen, sino porque lo único que buscan es unas garantías de trabajo dignas, un lugar donde realmente son mejor valorados por la administración y donde pueden atender con garantías a los pacientes”.

En esta quinta ola, los rastreadores que se encargaban de hacer el seguimiento de los casos positivos y los contactos han desaparecido prácticamente, lo que está provocando una avalancha sobre los facultativos de Atención Primaria. “Hay una demora muy grande a la hora de contactar con los pacientes que, preocupados, nos llaman a nosotros”, señala Padín, reconociendo que pueden pasar días desde que se comunica el contacto con un positivo hasta la realización de la PCR. Atender todo esto “nos desborda, supone un exceso de trabajo tan grande que tenemos que aumentar nuestras horas de forma voluntaria, saliendo de las consultas más allá de las 17.00 horas cada día porque es imposible finalizar antes”.

El colapso no solo afecta a los facultativos, sino también a los enfermeros y al personal de administración de los centros de salud que se encuentran desbordados con el certificado COVID-19 y con los pacientes que se encuentran en la puerta que no pueden atender el teléfono.

El área bate su récord de casos durante la pandemia

El área sanitaria de Pontevedra O Salnés continúa su tendencia al alza en el número de contagios y batiendo el récord de infectados de toda la pandemia. En estos momentos, son los 35 pacientes ingresados en algún centro hospitalario. En el Complexo Hospitalario de Montecelo hay ingresados un total de 30 enfermos, 1 en el Miguel Domínguez y cuatro en el Hospital de O Salnés. De ellos, cinco se encuentran en la UCI. Mientras, 2.580 pacientes continúan evolucionando en sus domicilios, arrojando la cifra de 2.615 casos activos en estos momentos.

Sanxenxo (355), Cambados (181), O Grove (130) y Meaño (62) continúan con índices que superan el millar de afectados por cada 100.000 habitantes. Todos estos municipios entrarán en el nivel máximo de restricciones a partir de hoy mismo. Otro municipio donde el crecimiento de casos está siendo demasiado alto es el de Vilagarcía. En este municipio se reportaron ayer 269 casos, lo que significa que el índice se sitúa en 716 casos por cada 100.000 habitantes. Este municipio, junto con A Illa y Vilanova se sitúa desde hoy en nivel alto, aplicándose restricciones de aforo en los establecimientos hosteleros y cierre del ocio nocturno. Mientras, el Sergas continúa realizando cribados para tratar de identificar a pacientes asintomáticos, como ocurrió esta semana en O Grove y ocurrirá en Cambados, centrándose en la población de entre 18 y 35 años.

El PSOE reclama a la Xunta una línea de ayudas para el ocio nocturno por obligarles a cerrar sus puertas


Las medidas para frenar la quinta ola de la pandemia han vuelto a golpear de forma muy dura a la hostelería, y en especial, al ocio nocturno. Es por ello que el Partido Socialista, a través de Julio Torrado, ha presentado una proposición no de ley para tratar de buscar soluciones a un sector con gran arraigo en la comarca de O Salnés. La propuesta pasa por habilitar una línea de ayudas, negociadas con el sector y en las que el mecanismo se formule como una compensación en relación a lo no ingresado por causa de las restricciones que se están aplicando. Torrado se muestra muy explícito al respecto instando a la Xunta a “ir a por los contagios y no a por los negocios, porque estamos viendo que la situación es ahora diferente a hace seis meses, gracias a la vacunación, pero se siguen aplicando los remedios de aquel tiempo”. Además, apunta el parlamentario, “sabemos bastante de los orígenes y cuales son los grupos afectados, que van desde la llegada del turismo a las fiestas de San Xoán, pasando por las celebraciones de la ABAU”. Lo que tiene claro Torrado es que “no se puede seguir señalando a un colectivo como es el hostelero en pleno Xacobeo y descargar la responsabilidad de las medidas de control en los concellos como está haciendo la Xunta”. Torrado tampoco se calló lo que considera “un auténtico trato de favor a Sanxenxo, donde el comité clínico evidenció una postura inexplicable desde el punto de vista epidemiológico, demostrando que se toman decisiones políticas y no clínicas”. Para el socialista se debe incidir en la línea de ayudas para el ocio nocturno, concentrándose en una serie de establecimientos que “por licencias, no creo que vayan mucho más allá de 150 en toda la comarca”.

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