La situación en Thenaisie Provoté, la conservera de O Grove que entró en concurso de acreedores, todavía está lejos de resolverse. Es más, el distanciamiento entre las partes es a cada paso mayor pues lo que contenta a unos desagrada a los demás. El último capítulo viene dado por el informe del Administrador Concursal que según la CIG avala la oferta presentada por la empresa “Tomás Guillén Maquinaria” y frena las aspiraciones de Canet Ferrero Inversiones e incluso de Conservas Rías Baixas por motivos burocráticos a los que exige subsanación.
Rosa Abuín, portavoz de la Confederación Intersindical Galega desde que se inició el conflicto de la firma Scandia Foods -empresa de capital rumano que permitió que la conservera grovense esté en quiebra-, considera que el administrador concursal prefiere una propuesta que salva a los acreedores, sin pensar en los empleos.
Abuín expone que la oferta de Tomás Guillén “solo mantiene durante un año cuatro puestos de trabajo para el mantenimiento de las máquinas e instalaciones de la conservera de O Grove” y en cambio realiza una oferta económica para hacer frente a la deuda con los acreedores.
El administrador concursal satisface los intereses de la banca en vez de proteger los puestos de trabajo
A su juicio esta es la clave del informe pues sigue el espíritu de la nueva Ley Concursal que prefiere “satisfacer los intereses de la banca en vez de proteger los puestos de trabajo”, un total de 150 en la factoría de Rons.
El sindicato anuncia que presentará alegaciones al informe pues consideran que se está a tiempo de corregir los “pequeños errores” en que incurrió la firma valenciana “Canet Ferrero Inversiones” y que a juicio de la central nacionalista está mucho más cerca de las pretensiones de la plantilla.
Plazo suficiente
“Tenemos 15 días de plazo para alegar contra una propuesta en la que no se valora la continuidad de la empresa ni de los trabajadores”.
Y en este sentido anuncian que tratarán de mantener una reunión en el Juzgado de lo Mercantil para hacer valer los puestos de trabajo frente a los bancos “que son los únicos que salen beneficiados”.
Respecto a Canet, la CIG cree que reúne mejores condiciones si bien requiere el respaldo de las autoridades pues estarían dispuestos a continuar la actividad en la fábrica desde el primer día con los primeros 71 trabajadores, incorporando a todos los demás de forma sucesiva, pero a la vez “garantiza todo el capital circulante -40 millones de euros-, el compromiso de tres socios industriales que darían carga de trabajo de 20 millones de latas de conserva en dos años, una línea de comercialización de conservas y la recuperación de la marca Grandes Hoteles, tipo gourmet.
Recuerdan asimismo en la CIG que también está la oferta de Conservas Rías Baixas que solicita a la Xunta un aval para tener capital circulante con el que empezar a trabajar”, pero ese apoyo nunca llegó, según explicó en conferencia de prensa la sindicalista.
Abuín exige asimismo la implicación del IGAPE en esta “situación que tenemos que calificar de compleja”.
Comisiones discute la estrategia de la CIG
Miguel María, responsable de Alimentación de Comisiones Obreras, se muestra especialmente crítico con la CIG a la que responsabiliza del fracaso de las negociaciones y de torpedear cualquier intento de solución respecto de la conservera Thenaisie. El sindicalista considera que la oferta de Guillén es la única que ha respetado el proceso a la hora de presentar una oferta en la que además de poner 2,5 millones de euros sobre la mesa anuncia una inversión de entre 4 y 5 millones de euros. De ahí que solicite un año de margen para la renovación y modernización de las instalaciones de O Grove, a la vez que anuncia la reincorporación gradual de los trabajadores a sus puestos de trabajo cuando se ponga en marcha. María insiste en que la oferta de Canet ha sido buscada por la CIG y que se presentó fuera de plazo sin siquiera depositar el aval requerido para participar en el proceso concursal. El sindicalista de CC.OO critica que la CIG haya incluido esta propuesta “por la puerta de atrás” sin siquiera contar con el visto bueno del comité de trabajadores y con presiones a compañeros “lamentables”.
