Rubén Lago se convirtió en la voz de las reivindicaciones planteadas por los celadores del área sanitaria de O Salnés. Lleva un año en el Hospital tras conseguir la plaza con un colosal esfuerzo pues accedió por el turno restringido de personas con discapacidad.
Y ayer a mediodía ya representó a todo el colectivo que salió a la calle para “luchar contra la política de privatización de las funciones propias de nuestra categoría, llevada a cabo por la Xerencia de la Eoxi”.
El colectivo –más de medio centenar de personas– se concentró a mediodía en la explanada del Hospital para denunciar que la administración “entregó a empresas privadas los puestos de información y control de accesos, funciones que son propias de los celadores”.
No entendemos que se contrate a una empresa privada de seguridad para controlar los accesos de visitantes y usuarios al hospital
El texto que leyó Rubén Lago era muy claro: “No entendemos que se contrate a una empresa privada de seguridad para controlar los accesos de visitantes y usuarios al hospital, cuando esa es una función de los celadores, como también es el servicio de información”.
A la vez, los celadores han querido poner de manifiesto las carencias que se producen en el centro por la falta de personal y una planificación que implica, por ejemplo, que el servicio de Quirófano “queda descubierto todas las noches, además de los fines de semana y festivos”.
Atribuciones al servicio de Urgencias
El trabajo en estas ausencias se asigna al personal de Urgencias, con una plantilla mínima.
En el Hospital de O Salnés son actualmente 21 celadores y otros 11 contratados por la crisis del COVID. Explican en los sindicatos que en la lista de contratación hay medio centenar de interesados en cubrir alguna de sus plazas, las cuales requieren formación específica.
Denuncia ante la administración
La portavoz de los celadores de la comarca Chus Aragón subraya que el problema del colectivo ya ha sido trasladado a la Consellería de Sanidade por la diputada del BNG Montserrat Prado y que también los sindicatos CIG y CC.OO se han dirigido al Sergas para que busque una solución al conflicto.
La concentración fue silenciosa para minimizar el riesgo por transmisión de aerosoles entre los asistentes. Duró unos 15 minutos tras una pancarta que reza: “Celadores en loita. Non a discriminación”.
