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Aspérez insta al Concello de Meaño a cobrar una tasa por los parrones que están sobre la vía pública

Ya se presentó un escrito, apoyado por 30 vecinos, para reclamar la retirada del que está en el camino de Formarís, en Paradela de Lores

Un parrón sobre el camino, en Meaño. | // IÑAKI ABELLA

Meaño Independiente presentó por registro en el concello una solicitud dirigida a la alcaldía, en la se demanda que el concello obre en consecuencia para conminar al propietario a la retirada de un parrón sobre el vial público de Formarís, en Paradela de Lores. Una solicitud que una treintena de vecinos afectados viene requiriendo desde 2012 en el concello, sin hallar solución a la controversia.

En representación de la formación independiente, José Manuel Aspérez, recordó en el escrito que “en el pasado pleno ordinario del 26 de marzo, el alcalde dijo no tener las herramientas para poder actuar sobre el vial nombrado como L-10”, en relación al camino de Formarís. El parrón que se mantiene sobre dicho vial lo limita tanto en anchura -que se hace cada vez más angosto- como y altura en la salida en rampa -donde conecta con el vial general transversal que discurre en un nivel más elevado-, circunstancias que llevan a los vecinos a su petición de retirada de la estructura.

La demanda vecinal trascendía el pasado sábado a través de FARO DE VIGO, recordando la existencia de una tasa municipal, creada en 1998 creada ya en su día con Jorge Domínguez de alcalde, para lograr la retirada de parrones sobre viales públicos. Ello se consiguió en la inmensa mayoría, pero aún hoy permanece alguno como este de Formarís, al que nunca le fue aplicada la norma. En el escrito elevado a la alcaldía Asperéz Montes incide en su apoyo a la demanda vecinal recordando que “existe en Meaño una tasa municipal por ocupación de vuelo de toda clase de vías públicas municipales, con elementos constructivos cerrados, terrazas, miradores, balcones, marquesinas, toldos, paravientos y otras instalaciones voladizas sobre la vía pública o que sobresalgan da la línea de fachada, aprobado el 28 de septiembre del 1998 por el pleno del concello de Meaño y que, en concreto, cita que el concepto de pago por emparrados sea de 500 pesetas (3 euros) por m2 al año”.

Añadido, los independientes lo trasladan a una situación similar en el lugar de Altamira en Dena, que en su día ya reclamó el afectado, sin conseguir propósito alguno. Ante ello, Aspérez Montes demanda “la aplicación de la normativa y el correspondiente cobro de la tasa, reclamando además todos los períodos legalmente no prescritos” que, en el caso de tasas municipales, es susceptible de retrotraerse a un máximo de cuatro años reclamados.

El controvertido parrón de Formarís responde a una estructura de 50 metros de largo sobre una calzada angosta, que se ha quedado en apenas 3 metros de ancho, susceptible incluso a interpretarse un voladizo añadido en un segundo tramo del vial, y que responde a un único propietario en el entorno de su era. Dicho camino figura inventariado como municipal respondiendo al número L-10. Amén de ellos los testimonios de los ancianos de más edad en Paradela, inciden en el uso público, por cuanto era el vial original que comunicaba el núcleo poblacional de Paradela con Lores.

Los vecinos demandan la retirada del parrón para hacer más holgado el acceso a la zona agraria de Formarís, As Pontes. Zamaros, Brandiñán, Corneda de Abaixo y Listeira. La treintena de afectados presentaran un primer escrito en el concello en 2012, que coincidió con la última etapa de Jorge Domínguez. Luego, otro similar le fue trasladada en repetidas ocasiones en el mandato siguiente a Lourdes Ucha, y ahora hacen lo propio con Carlos Viéitez. Los vecinos lamentan que en estos 9 años de reclamaciones no haya habido implicación alguna por parte del concello para hacer valer su demanda.

Los independientes, mismo habían presentado septiembre de 2020 una moción para instar a la corporación a posicionarse para retirar este parrón, y que tampoco alcanzó meta alguna, al relegarla el regidor aquel escrito al capítulo de ruegos.

La tasa, de aplicarse en este caso, rondaría una cifra del entorno 450 euros al año. A ello se aferran vecinos y la formación independiente para que el concello actúe en consecuencia y asuma el deber que le corresponde a la administración local.

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