“Esto parece un partido de tenis entre la Xunta y el Concello de Vilagarcía”. Son palabras de miembros de la plataforma Esperta Vilaxoán, donde, al igual que en las asociaciones de vecinos de Faxilde y Sobradelo, reina un gran malestar con ambos gobiernos con motivo de las obras para colocar un paso de peatones con semáforo en el cruce de la avenida de Cambados con San Cibrán.

Aunque la actuación es responsabilidad de la Xunta (la PO-549 es una carretera autonómica), los vecinos aseguran haber acordado con el Ayuntamiento mantener reuniones de trabajo para mantenerles informados, algo que no ha ocurrido. “El único contacto fue una llamada de teléfono de Elena Suárez como diputada del PP para exponer el proyecto, pero nada de forma oficial, siempre nos tenemos que enterar de las cosas por la prensa”, se quejan.

Los vecinos consideran la actuación insuficiente y “no nos convence”, pues además de la colocación del semáforo y del paso de peatones, consideran que se debería regular el tráfico “de toda la zona”. “Los coches que salen de San Cibrán, para poder ir hacia Cambados deben ir a Sobradelo a dar la vuelta, cuando debería de poderse girar a la izquierda ya desde San Cibrán”, plantean los colectivos.

El delegado de la Xunta, Luis López, acompañado de la diputada Elena Suárez y de la portavoz del PP en el Concello Ana Granja, acudió el martes al inicio de las obras, una visita institucional a la que no acudió el gobierno vilagarciano pese a ser invitado.