Los últimos resultados analíticos en poder del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar), con sede en Vilaxoán (Vilagarcía) muestran un incremento de células tóxicas en diferentes estaciones de medición situadas en las Rías Baixas.
Esto hace que la expectación vaya en aumento en el sector bateeiro, toda vez que puede indicar la proximidad de un episodio tóxico que desencadene un cierre generalizado de bateas.
Por ahora son muy pocas las inoperativas, ya que únicamente está prohibida la extracción de mejillón en el polígono Muros C –desde el pasado 26 de febrero– y en el Bueu A2, cerrado esta misma semana.
Esto quiere decir que quedan medio centenar de polígonos disponibles y, en consecuencia, alrededor de 3.000 bateas aún aptas.
Pero todo puede cambiar si el fitoplancton portador de biotoxinas sigue en aumento y adentrándose en las rías, por lo que no se descarta que los cierres se multipliquen en próximas semanas.
Será así cuando, como sucede prácticamente todos los años, se produzca el esperado afloramiento primaveral, es decir, una masiva llegada de nutrientes que ayudan a regenerar las rías.
Es un episodio natural sinónimo de riqueza, aunque conlleve un cierre temporal de los parques de cultivo flotantes.
De cualquier modo, en esta época del año los daños económicos que puede sufrir el sector son menores, ya que el mejillón sigue en pleno ciclo de crecimiento.
