Aunque lo ha visto casi todo en el mundo de las biotoxinas marinas, Covadonga Salgado se muestra sorprendida con el episodio tóxico que en la actualidad empieza a afectar a las bateas de mejillón gallegas. Un proceso "que llega con tanta fuerza que en tres días hemos cerrado siete polígonos, mientras que en Bueu hemos visto que las células se han duplicado en apenas 24 horas", matiza.

La directora del Intecmar confirma así lo avanzado ayer por FARO y abunda en ello al resaltar que "es muy poco habitual un afloramiento tan potente en esta época del año". Incluso asegura que "hay que remontarse a hace más de veinte años para encontrar cierres de bateas en febrero provocados por un episodio primaveral".

Sabe que en alguna ocasión muy puntual podía haber alguno inoperativo, mientras no acababa de sacudirse el episodio tóxico vivido desde el otoño anterior. "Pero eran restos que quedaban por abrir y lo hacían pronto; eso de que un afloramiento primaveral empiece en febrero, y que lo haga incluso a principios, es realmente sorprendente y llamativo", reflexiona.

Lógicamente, Covadonga Salgado sabe que los episodios de primavera, que se repiten cada año y son bienvenidos, por cuanto conllevan de aporte nutritivo y regeneración de las aguas interiores de la rías, "empiezan en marzo o abril, nunca en febrero". Pero esta vez "se ha adelantado un mes o dos, lo cual no deja de ser una situación muy extraña, pues insisto en que no es habitual localizar estas células en esta época del año".

Tanto si se debe al cambio climático o a cualquier otro factor, lo único cierto es que este episodio, que ayuda a eliminar las endulzadas aguas interiores -castigadas después de tantas lluvias y riadas- parece venir para quedarse un buen tiempo.

"No cabe duda de que va a aumentar", declaraba la directora del Intecmar a media tarde de ayer, mientras firmaba el cierre de tres polígonos bateeiros más.