Una de las consecuencias de la pandemia de coronavirus en la educación es que los alumnos apenas pueden practicar deporte en los recreos. Por ello, la asociación de padres Arco de Fefiñáns, de Cambados, ha optado por comprar una mesa de tenis, para que sus hijos puedan hacer ejercicio durante los descansos diarios en el instituto Ramón Cabanillas.
Debido a los protocolos del COVID, en los recreos apenas se hace deporte. Los alumnos no pueden relacionarse con los de otras clases o cursos, pues se han formado unas burbujas de convivencia estables; y los patios se han parcelado, asignando a cada grupo un espacio, lo que también dificulta la práctica de los deportes de equipo.
El presidente de la ANPA, Víctor Cacabelos, explica que, “en clase de Educación Física sí que hacen algo. Juegan a bádminton, a voleibol... Pero en los recreos no estaban jugando a nada”. Y dado que hacía años que la asociación de padres barajaba la posibilidad de comprar un tablero de tenis de mesa, y en 2020 les quedó sin gastar una parte del dinero destinado a excursiones y otras actividades, creyeron que había llegado el momento de hacer realidad el proyecto, no sin antes consultarlo con los demás padres en la asamblea. También lo hablaron con el instituto, y la directora Lorena Amarelle acogió muy bien la idea. Y faltaba por conocer la respuesta de los chicos, que también ha sido excelente. “La pusimos la semana pasada, y aunque no teníamos aún las palas y las pelotas, los alumnos ya las llevaban de casa para poder jugar”, señala el presidente de la asociación de padres.
"En clase de Educación Física sí que hacen algo. Juegan a bádminton, a voleibol... Pero en los recreos no estaban jugando a nada”
La mesa se ha colocado al aire libre, al lado del pabellón y bajo la marquesina que hay a la entrada del salón, por lo que el riesgo de contagio de COVID es menor. Además, para reducir aún más ese riesgo, se han hecho turnos por curso para disfrutar de la mesa, y no se permite que los estudiantes se arremolinen para ver los partidos. “Si esto funciona y los chicos cuidan el material, que seguro que sí, si para el curso que viene es viable compraremos una segunda”, avanza Víctor Cacabelos.
