Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una decena de hoteles se venden en O Salnés por el COVID o la falta de relevo generacional

Dos mujeres esperan para cruzar, ayer, junto al Hotel Herbiña, un establecimiento de Cambados que está a la venta Noé Parga

El de los hoteles es uno de los sectores económicos más ahogados por la pandemia. Sin turismo ni viajes de ocio desde hace meses, y con un goteo de gastos fijos e impuestos que no se ha detenido en ningún momento, los empresarios ven su futuro inmediato con muchas dudas. En estos momentos, hay una decena de alojamientos a la venta en O Salnés. En algunos casos, sus propietarios ya habían tomado la decisión de traspasar sus negocios antes de la pandemia debido a la falta de relevo generacional, mientras que en otros el detonante ha sido la falta de liquidez derivada de la pandemia, según manifiestan desde el sector.

En O Grove están a la venta al menos dos hoteles de una misma familia ubicados en la calle Castelao, por un montante de dos millones de euros, y una pensión de Balea (San Vicente), por 590.000. También se vende un hotel ubicado en Ardia. En Cambados, los propietarios del Herbiña, situado en las proximidades del Ayuntamiento, pusieron estos días unos carteles anunciando que traspasan su establecimiento.

En los portales inmobiliarios de internet se encuentran también hasta cuatro hoteles a la venta en Sanxenxo, con precios que van desde los 795.000 euros del más pequeño hasta los 3,3 millones del mayor, situado en Noalla, muy cerca de la ermita de A Lanzada.

Una consecuencia directa de la actual pandemia es la depreciación de los inmuebles. En este sentido, un empresario de O Grove que ha pedido anonimato y que tiene a la venta su negocio por jubilación (ya lo puso con anterioridad al coronavirus), manifiesta que, “el precio que tenemos ahora mismo no es el de mercado. Lo hemos bajado, porque tuvimos que adaptarnos a la situación”.

Malas expectativas

El sector está muy preocupado. Xoán Hermida, administrador del Lago 82, de Vilanova, y portavoz del colectivo de hoteleros que la semana pasada reclamó medidas de apoyo al sector en Vilanova, entiende que esta crisis debería marcar un antes y un después en el modelo de turismo que ofrece O Salnés. “A lo mejor necesitamos que se mejoren los transportes, otro tipo de fiestas... Lo importante es que ha habido una crisis que ha dado la puntilla a un modelo de turismo”.

"A lo mejor necesitamos mejores transportes, otro tipo de fiestas"

Xoán Hermida - Lago 82

decoration

Los empresarios de Vilanova también solicitan la condonación de los impuestos durante los periodos que estén cerrados, “porque no hay actividad económica”, y ayudas, ya sea a los establecimientos o a los territorios, para su modernización como destino turístico.

Borja Pérez, del hotel Vilagarcía, se queja a su vez de que hay poco apoyo por parte de las administraciones públicas. “Los hoteles tienen unos costes fijos muy elevados. Tendrían que permitirnos hibernar, congelarnos todos los pagos mientras no tengamos actividad”.

Para ejemplificar su argumento de que la administración no les ayuda lo suficiente, explica que ni siquiera les han aplazado las entregas a cuenta del Impuesto de Sociedades, que tendrán que abonar completo en julio de 2022. “Es un contrasentido que nos hagan suscribir créditos ICO para tener liquidez, y acto seguido nos cobren adelantos de impuestos pese a estar sin actividad”.

"Tendrían que permitirnos hibernar, congelarnos los pagos mientras no tenemos actividad"

Borja Pérez - Hotel Vilagarcía

decoration

Raquel Mondragón, responsable del Castelao y del Pazo O Rial, ambos de Vilagarcía, ahonda también en la necesidad de que las administraciones echen una mano al sector, “para ir aguantando, porque ahora mismo estamos perdiendo dinero todos los meses”.

¿Habrá Semana Santa?

En general, el sector hotelero arousano no cuenta con que haya campaña turística en Semana Santa. El vicepresidente de la asociación Emgrobes, José Manuel González Benavides, recuerda que, “el estado de alarma es hasta el 9 de mayo, así que es poco probable que se vaya a permitir una movilidad normal antes de esa fecha”.

El vicepresidente de la asociación de empresarios de O Grove opina que aún en el supuesto de que se permita una cierta movilidad, muchos hoteleros preferirán seguir cerrados por cautela, “porque abrir un hotel supone muchísimos gastos”, demasiados como para asumirlos sin la garantía de que se podrá trabajar con cierta normalidad.

"El estado de alarma es hasta el 9 de mayo, así que es poco probable que haya movilidad normal para Semana Santa"

José Benavides - Vicepresidente de Emgrobes

decoration

Raquel Mondragón indica a su vez que en sus establecimientos ni siquiera tienen reservas para Semana Santa. Sí hay para la temporada estival, “pero por ahora es muy poca cosa”. “Un año normal, a estas alturas, tendríamos un 15 o un 20 por ciento de reservas para el verano, pero este no llegamos ni al cinco”.

"A estas alturas de año, no tenemos ni un cinco por ciento de reservas para verano"

Raquel Mondragón - Castelao y Pazo O Rial

decoration

Ángeles Cores, de El Duende, de Cambados, supone que, “en Semana Santa no habrá turismo”. “Nosotros tenemos las esperanzas puestas en el verano. Yo creo que la gente tiene muchas ganas de salir, pero el miedo está ahí. Todo dependerá de como evolucione la pandemia y la vacunación”.

"La gente tiene muchas ganas de salir, pero el miedo sigue ahí. Todo dependerá de la evolución de la pandemia y de la vacunación"

Ángeles Cores - El Duende

decoration

Los huéspedes de los pocos alojamientos abiertos se ven obligados en muchos casos a comer en su habitación


En estos momentos son muy pocos los hoteles que siguen abiertos en O Salnés. En Vilagarcía está trabajando el Castelao, y según su administradora, Raquel Mondragón, la ocupación entre el lunes y el jueves apenas llega al 10 por ciento. Entre viernes y domingo, “es prácticamente cero”. “Hemos decidido aguantar para dar servicio a las empresas con las que trabajamos todo el año”, señala Mondragón. Uno de los problemas con los que se encuentran las personas que viajan en estos momentos es que en Galicia no tienen donde comer, debido al cerrojazo de la hostelería. En el Castelao les proporcionan los teléfonos de los locales que reparten a domicilio, y si quieren cenar en la cafetería les pueden preparar algo para salir del paso. En otros casos, los huéspedes compran algo fuera y comen en sus habitaciones. Sin salir de Vilagarcía, el Playa Compostela tiene abiertos sus apartamentos para las personas que viajan por motivos laborales justificados. En Cambados están abiertos el Parador de Turismo y El Duende. La responsable de este último hotel, Ángeles Cores, afirma que en gran medida siguen abiertos porque al tener un establecimiento pequeño, pueden atenderlo bien las personas de casa. “Tenemos algún profesor, algún representante de comercio, gente que viene de empresas... Es poco, pero resulta más sencillo hacer el mantenimiento del hotel con él abierto”. En El Duende solo ofrecen servicio de alojamiento, de modo que sus huéspedes acostumbran a comer en sus habitaciones.

Compartir el artículo

stats