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RICARDO SANTAMARÍA | Presidente de los hosteleros de Vilagarcía

“Cierran la hostelería para que la gente salga menos, es un confinamiento barato”

“¿Quién está contagiando ahora mismo? No es el camarero... Es tu nieta, tu amigo”

Ricardo Santamaría, “Richar”, ayer en Vilagarcía. Noé Parga

Ricardo Santamaría del Valle (Vilaxoán, 1971) es el presidente de la Asociación de Hostelería e Iniciativas Turísticas (Ahituvi) desde 2017. Lleva desde los 14 años detrás de una barra, y aunque en más de una ocasión probó con otros empleos, jamás rompió el cordón umbilical que le unía a la hostelería. Para él, su trabajo consiste en brindar a los clientes, “momentos de felicidad, de disfrute y de expansión”. Experiencias en las que el producto es importante, pero también el servicio y el ambiente del local. Pero ahora, sin embargo, hay pocos motivos para la alegría en su sector. Para ellos, la pandemia ha derivado en un profundo agujero negro económico del que tal vez muchos no logren salir.

–Políticos de todos los colores afirman que la hostelería no es culpable de la explosión de contagios, pero lo primero que hacen todos cuando las cosas se ponen es feas es cerrar sus negocios. ¿Por qué?

–Por una cuestión económica. El objetivo es que la gente salga lo menos posible a la calle, y nosotros somos un sector que se puede paralizar con un gasto pequeño para la administración. No es que los políticos tengan miedo a que la gente se relaje en el bar y se contagie, sino que lo que quieren es que salgan lo menos posible a la calle. El cierre de la hostelería es como un confinamiento barato.

–Los hosteleros se manifiestan hoy en Santiago. ¿Qué van a pedir?

–Lo que nos están dando ahora por el cierre de nuestros negocios es una limosna. Pero a estas alturas ya no se puede hablar de ayudas. Si una administración cierra mi negocio, si una administración me impide trabajar, entonces tendrá que indemnizarme. No es algo que le tenga que pedir como un favor, es algo a lo que tengo derecho, que me corresponde. Si una empresa despide a un trabajador, tiene que pagarle una indemnización, pues aquí igual.

–¿Es la pandemia la excusa que necesitaba el sector para organizarse y unirse en Galicia?

–En eso estamos. Hoy (por ayer) se presenta la Federación de Asociaciones de Hostelería de Galicia. Queremos que sea un interlocutor válido, y que represente al autónomo y a las pequeñas empresas, porque las organizaciones que existen ahora representan a la gran hostelería y a las cadenas. El Clúster de Turismo se reunió estos días con las administraciones, pero a nosotros no nos llamó para nada.

–¿Se sienten señalados injustamente?

–Los hosteleros no tenemos la culpa de que se descontrole la pandemia, eso lo tenemos claro. No somos parte del problema, pero sí podemos ser parte de la solución porque en nuestros establecimientos creamos entornos que son fáciles de controlar. Con los bares cerrados, las reuniones se trasladarán a las casas, y ahí es imposible controlar nada. ¿Quién está contagiando ahora mismo? No es el camarero, ni el hombre que está tomando algo en la mesa de al lado en el bar, es tu prima, tu nieta, tu amigo... El problema está en los entornos de confianza, que es donde la gente se relaja y baja la guardia. Yo no veo en persona a mi madre desde agosto. Me da pena no poderle dar un abrazo, pero más pena me daría contagiarle el virus y mandarla al hospital.

–Pero dando una vuelta por Vilagarcía u otros pueblos también se ven locales con más mesas en la terraza de las que deberían y a hosteleros excesivamente indulgentes con la actitud inadecuada de algunos clientes. ¿Hay ovejas negras en su sector que están empañando la imagen de la hostelería?

–Por supuesto que sí, pero no empañarían la imagen si hubiese más control policial. En otros sitios los incumplimientos se castigan con el cierre, pero aquí no. Los hosteleros llevamos pidiendo desde el minuto uno más presencia policial.

–¿Ha fallado el control policial sobre los hosteleros que incumplen las normas sanitarias?

–Sí, y la policía sabe de sobra quienes son los hosteleros que incumplen, porque reciben llamadas de gente y porque están en la calle. Aunque también es cierto que los policías necesitan más herramientas para actuar.

–¿Cuánto han facturado menos los hosteleros de Vilagarcía con respecto a 2019?

–En el caso de nuestros asociados, calculamos que entre un 40 y un 45 por ciento menos. Y eso significa cerrar el año sin ganar nada o incluso perdiendo dinero. Hay muchos hosteleros que cerraron 2020 perdiendo dinero, y eso que el verano fue bueno.

–Con esos porcentajes, ¿pueden calificarse de ‘calderilla’ las ayudas remitidas por la Xunta?

–Son calderilla. En el mejor de los casos nos dieron 2.700 euros por negocio por los cierres de 2020. Pero no todo el mundo cobró ese dinero. Si hacemos una media entre los 573.000 euros que repartió la Xunta entre las 320 solicitudes aprobadas, da una media de 1.800 euros por solicitud para todo el año. Lo que cobramos de media no da ni para el alquiler... Y estamos cobrando ese dinero a finales de enero, cuando cerramos en noviembre.

–¿Hay muchos autónomos ahogados por las deudas en Vilagarcía?

–Prácticamente, ya estamos todos ahogados. Los que aún no estamos con el agua al cuello es porque teníamos algo en la hucha, pero hasta esos ahorros empiezan a volar.

–¿Los hosteleros de Vilagarcía tenían en general ahorros en la hucha o no?

–En general, sí, por varios motivos. Llevamos unos veranos buenos, somos cada vez más un destino turístico de calidad y la grabación de “Vivir sin permiso” dejó aquí mucho dinero. Pero eso para los que llevamos abiertos ya un tiempo. Pero también hay que quien se metió en esta danza en enero y en marzo del año pasado, antes de la pandemia, o en verano, porque no se imaginaban que las siguientes olas iban a ser tan brutales. Esa gente está bajo mínimos, en una situación crítica.

–¿Les están ayudando los caseros en Vilagarcía?

–No mucho, más bien poco. No conozco muchos casos en Vilagarcía de condonación de alquileres. Sí que hay algunos caseros que flexibilizaron los pagos, pero tampoco demasiados. Incluso sé de dos casos en los que el propietario le quiso subir el alquiler a los hosteleros. Esos negocios acabaron cerrando.

–¿Qué puede hacer por ustedes el Ayuntamiento?

–Nuestro grupo de gobierno se ha portado muy bien desde el principio. Dentro de sus posibilidades hicieron un gran esfuerzo de gestión, con la ampliación de las terrazas, la condonación de tasas o las ayudas directas. Ahora están comprometidos en buscar la fórmula de sufragar algunos costes fijos de los negocios que estuvieron cerrados, como el de la basura o el saneamiento.

El sector se manifiesta hoy en Santiago

La asociación de hosteleros de Pontevedra, Marín y Poio (Hoempo) convoca para hoy viernes una manifestación en Santiago, a la que pueden sumarse hosteleros y trabajadores vinculados a este sector de cualquier punto de Galicia. Ricardo Santamaría explica que se puede viajar a Santiago pese a los cierres perimetrales, “porque el derecho de manifestación es un derecho fundamental que no está suspendido”. En caso de encontrarse con algún control, el presidente de Ahituvi señala que, “el hecho de decir que vas a la manifestación debería ser suficiente, pero para curarnos en salud, tenemos un justificante de Hoempo”. Los que quieran uno, pueden escribir a la dirección, “ahituvi. vilagarcia@gmail.com”, y Santamaría les remitirá uno por correo electrónico. La marcha sale a las 10.15 horas del aparcamiento de Santa Marta, y llegará sobre las 12 del mediodía a la Xunta.

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