“De casa al trabajo y del trabajo a casa”. Varios alcaldes de O Salnés son partidarios de poner en marcha medidas más contundentes para intentar aplanar la ascendente curva de contagios. La presidenta de la Mancomunidade y alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, considera que “la única forma de ponerle freno a esto es el confinamiento”. “No soy experta, pero estoy convencida de que las medidas actuales no son lo suficientemente efectivas. Un confinamiento como en la primera fase va a ser complicado porque se paralizó el país, pero se trataría de dejarnos salir de casa solo para ir a trabajar y para cosas urgentes. Los datos son muy preocupantes y es mejor ser valientes y tomar esta medida ahora que dentro de un mes que habrá más personas muertas”, advierte la regidora socialista.

En la misma línea se manifiesta el primer edil de Vilanova, Gonzalo Durán, que ayer participó en una reunión telemática de alcaldes del área sanitaria de Pontevedra-O Salnés con la Xerencia para analizar la preocupante evolución del COVID. “No tenemos medicinas ni suficientes vacunas, por lo que debemos quedarnos en casa, no queda otra; sin visitas de familiares ni amigos. Hay concellos con una incidencia a 14 días de más de 500 que están cerrados perimetralmente y se siguen contagiando unos vecinos con otros”, comentaba Durán.

El mandatario vilanovés asegura que “la transmisión del virus es mayor dentro de los propios municipios que entre unos y otros”, por lo que los cierres perimetrales, en su opinión, no están sirviendo de mucho. El alcalde conservador planteó en la reunión la idoneidad de establecer “confinamiento domiciliario para concellos con incidencias acumuladas por encima de 500; solo salir para ir a trabajar”.

Por su parte, el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, que también asistió al encuentro, hizo un llamamiento a la ciudadanía para “extremar las precauciones, tratando de limitar los contactos sociales, ser estrictos en el cumplimiento del uso de la mascarilla, de la distancia social e higiene”.

Aunque “los datos de Vilagarcía están en márgenes similares a los de los últimos días, nos preocupan porque a pesar de las restricciones no conseguimos bajarlos, así que seamos responsables”, dijo Varela.

Catoira y Meis, ya perimetrados y sin hostelería en interior

Catoira y Meis se unieron ayer a los municipios con nivel máximo de restricciones, es decir, con cierre perimetral individual y la hostelería únicamente trabajando en terraza (al 50% de aforo y hasta las 18.00 horas). En O Salnés y Ullán están vigentes las restricciones más severas en Catoira, Meis, Vilagarcía, Vilanova, A Illa, Valga y Pontecesures. Como en toda Galicia, el toque de queda es a las 22.00 horas, el comercio cierra a las 21.30 y se prohíben las reuniones de más de cuatro personas.