Las obras obligaron a recortar el ancho del paseo. | // NOÉ PARGA

A la espera de que se complete el Auditorio Municipal Escuela de Música, la carretera de circunvalación de O Grove es, para muchos, la obra del siglo en esta localidad arousana. Y está casi a punto, toda vez que han comenzado los trabajos de asfaltado del firme.

A la espera que se completen estas labores y los últimos retoques, puede decirse ya que el proyecto ejecutado en las últimas semanas está prácticamente concluido, transformando para siempre la imagen de la fachada litoral de la villa meca entre las inmediaciones del puente de A Toxa y el entorno del puerto y la estación de autobuses.

Atrás quedan acciones como la reposición de los servicios de abastecimiento, saneamiento y recogida de pluviales, al igual que la creación de aceras mucho más anchas, cómodas y seguras. Todo esto implicó un leve retroceso en el paseo marítimo, que sin embargo parece conservar una superficie suficiente para garantizar su disfrute por parte de vecinos y visitantes.

Como se había anunciado, el asfaltado iniciado ayer va a causar restricciones viarias considerables, desviándose el tráfico por la calle Ourense hacia la Castelao, mientras que los vehículos pesados deben acceder desde Ardia por Xoán XXIII para bajar por la rúa da Praza.

Mientras se ejecuta este asfaltado, que incluye un cambio en la base de la plataforma de rodadura, es preciso mover las paradas del transporte escolar. Las del restaurante O Crisol y O Corgo se trasladan a la acera de enfrente, mientras que la situada frente a la sede de la Policía Local se llevó a la calle Castelao –antigua discoteca Vogue– y la del parque de Confín se ubica ante el hotel Amandi.