Los vecinos de Os Duráns lamentan el deterioro que está presentando el céntrico barrio vilagarciano en los últimos meses. El motivo no es otro que la proliferación de puntos de venta y consumo de drogas en las casas abandonadas que han pasado a ser habitadas por okupas.

Las continuas escenas de venta de droga están a la vista de grandes y pequeños, causando una importante incomodidad para los allí residentes que reclaman un mayor control policial en el lugar a tenor de la creciente actividad.

Curiosamente, señalan algunos vecinos, una de las casas ofrece servicio de take away en la venta de estupefacientes, puesto que pagan y reciben la mercancía a través de un agujero habilitado en una de las ventanas.

Con todo ello, no es la primera vez que se reproducen las quejas de residentes allí sin éxito. La complicación está en que el desahucio solo se puede hacer por medio del propietario del inmueble.