Desde el pasado martes, los más de 750 niños menores de 14 años de A Illa y Ribadumia se han quedado sin el servicio de pediatría que comparten, y lo que es peor, sin que se les puedan realizar las revisiones previstas, ya que el Sergas no les ha dado ninguna alternativa, más allá de borrarles, sin ningún tipo de aviso, la cita que tenían. La Consellería de Sanidade ni siquiera ha alertado a ambos concellos de la marcha del pediatra, que se han enterado por comentarios de usuarios que no han podido recibir la atención que esperaban. Es más, ni siquiera se les ha comunicado la posibilidad de acudir a otro centro de salud para las revisiones periódicas. En lo que respecta a afecciones, los niños son derivados a los médicos de atención primaria del centro de salud, que se encuentran desbordados, sobre todo en A Illa.
Los responsables de ambos municipios tienen previsto reunirse en los próximos días para estudiar medidas de presión ante lo que consideran un “atropello infame” pero que se veía venir desde hace tiempo. Aferrados a la excusa de que no hay suficientes pediatras, cada vez que el titular de la plaza precisaba alguna baja laboral o unas vacaciones, el Sergas optaba por no cubrirlo, una actitud que, desde el grupo de gobierno de A Illa, siempre calificaron como “indicativa de querer desmontarlo”. La prueba definitiva llegó hace poco más de un mes, cuando el Sergas decidió reducir a tres jornadas la presencia del pediatra en A Illa y Ribadumia, destinándolo los otros dos días en Cambados. Las quejas sobre esta decisión no solo han caído en saco roto, sino que el Sergas ha dado un paso más, dejando a ambos municipios sin un servicio sanitario básico para los más pequeños.
La compleja situación en la que mantiene el Sergas el servicio de pediatría no es exclusiva de A Illa y Ribadumia, ya que en casi todos los municipios de la comarca de O Salnés se han registrado incidencias por no cubrir la administración las bajas.
Municipios como Vilanova tienen problemas periódicos, mientras en Catoira organizaron una protesta ante la posibilidad de que se les retirase el servicio. En Cambados llevan tiempo reclamando un refuerzo, ya que los pediatras están desbordados. Todas estas quejas son atendidas tarde y mal por Sanidade que, en muchos casos, no duda en “vestir un santo para desvestir otro”.
