Los caminos de la Mancomunidade y de uno de sus integrantes, el Concello de Vilanova, parecen separarse cada vez más. Cada conflicto, cada decisión, acaba convirtiéndose en una sarta de reproches entre ambas instituciones, especialmente, desde el municipio vilanovés, cuyo alcalde, Gonzalo Durán, todavía tiene muy presente cómo se le relevó del cargo de presidente comarcal en lo que siempre entendió como “una traición”.

La última crisis ha estallado por el alcantarillado y la senda peatonal entre Vilanova y Cambados, que la Mancomunidade no asume, algo que indigna a Durán, que culpa a Marta Giráldez y al PSOE de “romper el consenso”.

El regidor vilanovés se descolgó ayer asegurando que “a nosotros, con una Mancomunidade solidaria, nos iba bien, pero con una Mancomunidade no solidaria nos va a ir bien igual, porque tenemos capacidad de gestión suficiente para impulsar proyectos y promocionar este municipio, mientras que en el ente comarcal, en este año que llevan, no se ha hecho absolutamente nada, tan solo entregar el turismo a la Diputación, mostrando que no tienen proyectos propios”.

Es más, en el caso de las expropiaciones de terrenos para la senda litoral, Durán asegura que “nos va a salir más barato que aportar dinero para la tubería esa del sur que a nosotros no nos suministra agua y por la que este Concello ya ha tenido que abonar más de 200.000 euros, por eso consideramos que la rotura del consenso nos sale barata”.

En este sentido, Durán asegura que Vilanova es un municipio que siempre se ha mostrado solidario con sus homólogos de la Mancomunidade, colaborando con todos los proyectos mientras existió el consenso, pero “se lo han cargado y, obviamente, si no se pone un euro para nuestra tubería, para la de O Grove que no vengan a vernos ya”.

También tildó de “torpeza” el compromiso de la Mancomunidade en una reunión con la Xunta por la tubería de O Grove, en la que “Marta Giráldez y Cacabelos se comprometieron a poner la financiación del 33% de la obra, es decir, más de 600.000 euros, que los íbamos a pagar entre todos; debería explicar como es que hay dinero para una y no para la otra, y si contaba, cuando adquirió ese compromiso, con el acuerdo de todos los concellos, porque igual no lo tenía”.

“No me siento a la mesa con tránsfugas”

Una de las palabras que más repitió ayer Durán durante su intervención fue “consenso”, algo que ya no existe en la Mancomunidade, no por culpa suya, asegura, sino del PSOE, al que vuelve a acusar de ser ellos “los que rompieron el consenso cuando la robaron, no fui yo el que fue a comprar al alcalde de Meaño”. Es por ello que no duda en calificar de “pueril” y de “rabieta” las críticas de Marta Giráldez, definiéndolas como “un recurso muy pobre y de principiante, de cuando no se sabe llevar una cosa, echarle la culpa al enemigo interno”. Durán no duda en comparar su etapa de ocho años con la de Giráldez, asegurando que mientras estuvo como presidente “no hubo marginación a ningún ayuntamiento, había financiación y los presupuestos se aprobaron siempre por unanimidad, incluso estando en minoría”. Insiste en que “siempre he llamado al consenso, en múltiples ocasiones, pero el PSOE quiso utilizar una agrupación voluntaria de municipios como un escenario para una guerra política, eso no es bueno para los concellos; esa estrategia es mala para el administrado, y a la larga, significa la muerte para la Mancomunidade, pero ha sido el PSOE el que ha elegido ese camino; no tienen proyectos, se han cargado la Variante Espiritual, y a mi, me han echado, porque yo no me puedo sentar a la mesa con tránsfugas”.