Hace siete años, el monte Lobeira de Vilanova fue sometido a un gran lavado de imagen por la llegada de la Vuelta ciclista a España, un evento en el que había que ofrecer una bonita imagen para los cientos de países para los que se iba a retransmitir la etapa. Vallas perimetrales, delimitación de sendas y limpieza de maleza fueron solo algunas de las cuestiones que se pusieron en marcha contrarreloj en aquellos días. Sin embargo, siete años después, apenas queda nada de aquel ímpetu mostrado por varias administraciones, sobre todo la Diputación de Pontevedra. Tan solo el Concello de Vilanova limpia de vez en cuando la maleza cuando esta comienza a acumularse.
La valla que impedía a los vehículos estacionar encima de las escaleras de acceso está totalmente destrozada desde el pasado año, cuando fue víctima de varios actos vandálicos, mientras que la que bordea las escaleras ha desaparecido casi por completo.
Los comuneros no se han cansado de denunciar lo que estaba sucediendo con este vallado, pero las administraciones competentes han hecho caso omiso de esta necesidad y “han dejado que se acabase deteriorando en su mayor parte y desapareciendo casi por completo”, explicaban ayer. De hecho, lamentaban que “no vuelva la Vuelta Ciclista de nuevo, ya que eso permitiría que se renovase todo el vallado de protección y limitación de acceso y la barandilla hasta la cruz”. Los comuneros gestionan un espacio similar, como es el Faro das Lúas, donde “hemos invertido más de 3.000 euros para evitar que nos las lleven, pero las administraciones parece que han decidido ignorar Lobeira, una de las atalayas de referencia de la ría de Arousa”. Ser ellos los que acometan la remodelación de las vallas de Lobeira es una opción, pero siempre que lo han intentado “nos hemos encontrado con todo tipo de trabas al tratarse de un espacio en el que hay que pedir permisos a Patrimonio y a Medio Ambiente, por eso era necesario que otra administración se hiciese cargo del mantenimiento de este espacio”.
El mirador de Lobeira es uno de los más espectaculares con los que cuenta la ría de Arousa pese a superar por muy poco los 200 metros de altitud. Esta coronado por una gran cruz en recuerdo a los marineros fallecidos en el mar y, particularmente, a las víctimas del naufragio del “Serpent” inglés en las inmediaciones de Cabo Vilán.
