Vilagarcía vivió esta tarde un espectacular despliegue de medios sanitarios y policiales que habrá sorprendido a no pocos ciudadanos. Y es que tras un accidente ocurrido en Bamio a eso de las 13.20 horas, en el que se vieron implicados cuatro vehículos, y en el que cuatro personas resultaron heridas, parece que de carácter leve, resulta que entre las ocho y las nueve se registraron dos llamativos episodios más que obligaron a redoblar esfuerzos.

El primero se produjo a raíz de un traslado sanitario que se estaba complicando, ya que el paciente no quería ser evacuado. El segundo consistió en un accidente de circulación por alcance en el que se vio implicada una persona que acaba de ser operada, lo cual complicó enormemente las cosas.

Algunos de los efectivos desplazados al traslado sanitario que se complicó. M.M.

Respecto al primer incidente, puede decirse que Policía Nacional, Policía Local y ambulancia del 061 respondieron a una petición de ayuda desde una vivienda situada en un edificio del Parque Celso Emilio Ferreiro, entre la calle que le da nombre y la avenida de Rodrigo de Mendoza, al lado del río O Con.

Parece ser que se pretendía trasladar al hospital a un joven con problemas clínicos importantes y ciertas adicciones que es ya un viejo conocido de los equipos médicos y las fuerzas de seguridad.

Inicialmente el paciente se negaba a ser trasladado, y según algunas fuentes se habría puesto nervioso y violento, de ahí que fuera preciso el importante despliegue policial llevado a cabo.

Dos episodios simultáneos

Finalmente consiguieron convencerlo y pudieron evacuarlo en ambulancia, aunque antes de que esto ocurriera se registró a escasos cien metros de ese lugar el accidente de tráfico antes aludido.

Fue en la rotonda donde confluyen la avenida Rodrigo de Mendoza y las calles Ramón Cabanillas y Arealonga. Inicialmente el choque no parecía revestir gravedad, aunque sí había generado considerables daños materiales en el coche que quedó subido a la glorieta.

El coche en el que viajaba el herido recién operado, sobre la rotonda. M.M.

En ese turismo viajaba, sentada en el asiento del copiloto, una persona recién operada y aún convaleciente. Tras el impacto empezó a notar un fuerte olor en los oídos, por lo que se temía que el choque pudiera haberle generado complicaciones relacionadas con la intervención quirúrgica.

Numerosos curiosos

De ahí que también fuera necesaria la presencia médica, mientras la Policía Local se encargaba de poner orden en la circulación rodada y de levantar el correspondiente informe.

Ambos episodios reunieron a numerosos curiosos, mientras que otros muchos observaban las escenas desde las ventanas y balcones de sus pisos.