La Axenda 2030 de A Illa contempla la creación en un futuro próximo de una comunidad energética, una figura similar a las cooperativas, en la que diferentes personas e instituciones colaboran en la producción de energías limpias. Se trata de una fórmula por la que está apostando Europa, ya que los ciudadanos dejarían de ser meros consumidores, y serían también protagonistas del proceso de producción energética. El documento también aboga por promover una movilidad más limpia, de modo que haya en el municipio más vehículos particulares eléctricos, e incluso barcos de batea que funcionen con electricidad.

Tras un año de reuniones con diferentes colectivos ciudadanos de A Illa, la concejala de Medio Ambiente, Gabriele von Hundelshausen, presentó a media tarde de ayer la Axenda 2030, un documento con el que se pretende transformar energéticamente al municipio.

La presentación se realizó por vía telemática en el marco del Foro de Enerxías Limpas para las islas de la Unión Europea, actividad que se va a desarrollar hasta el jueves.

La redacción de este documento arrancó a finales del pasado año, cuando A Illa fue una de las 26 islas elegidas por la Unión Europea para formar parte del proyecto Clean Energy for EU Islands.

En la sesión también se hizo hincapié en la necesidad de sensibilizar a los niños y jóvenes, apostando por la educación como motor de cambio social, y por concienciar a los ciudadanos en los pequeños detalles que cada uno puede hacer en su día a día para reducir la contaminación, como por ejemplo usar menos el coche.

Las algas

La gran particularidad de la Axenda 2030 es que incluye propuestas de muy diversa naturaleza, al partir de agentes sociales diversos. Una de las ideas que contiene el documento presentado ayer, por ejemplo, es la de impulsar la investigación científica para encontrar una crema de protección solar que no contamine el agua. Se trata de un aspecto muy relevante en un municipio con muchos kilómetros de playa, que son a la vez un edén turístico e importantes bancos marisqueros.

Otra de las ideas que se exponen en la Axenda 2030 pasa por aprovechar una parte de las algas que se retiran precisamente de las playas para evitar que maten el marisco. Actualmente, se trata de un recurso que se tira sin más, pero el sector del mar considera que se podría reutilizar como fertilizante, para hacer compost o incluso para la producción de tejidos, con lo cual se reduciría la contaminación con productos químicos.

Uno de los aspectos más llamativos del documento que quiere marcar la hoja de ruta de A Illa para mejorar su eficiencia energética es la posibilidad de que haya barcos que funcionen con energía eléctrica.

Para Von Hundelshausen incluso las embarcaciones de batea podrían funcionar con esta energía limpia, al realizar rutas programadas. “La posibilidad tecnológica existe, y nuestra intención es implementar algún proyecto piloto”, explica la edil.

En el documento también se pone énfasis en la necesidad de conseguir alguna electrolinera para A Illa, lo que animaría a los vecinos a adquirir vehículos eléctricos o híbridos.