La revisión de tasas e impuestos del Concello de Vilagarcía para el ejercicio económico 2021 tendrá muy pocos cambios debido a la crisis provocada por la pandemia del coronavirus que también ha generado mayores gastos a la Administración municipal. Así lo explicaron el alcalde, Alberto Varela, y la concejala de Hacienda, Luz Abalo, en la junta de portavoces, donde plantearon la congelación general de las ordenanzas, salvo algunos casos puntuales. Bajará el próximo año el recibo de la basura, unos 3 euros, al reducirse el canon de Sogama.

También se registrará una pequeña reducción en el recibo del agua y depuración como consecuencia del IPC negativo, pero es tan solo del 0,60%, por lo que apenas será percibido por los usuarios del servicio.

Otra de las modificaciones propuestas por el gobierno municipal vilagarciano afecta a la ordenanza de vehículos de tracción mecánica. Se trata de una bonificación para personas con una minusvalía igual o superior al 80%, descuento que había sido comprometido ante los representantes de este colectivo.

Los cambios en estas ordenanzas serán abordados en el pleno ordinario de este mes; paso previo para el inicio de la tramitación del documento presupuestario municipal del próximo año.

“Sabemos que este año la situación de crisis sanitaria afectó a muchas familias. De hecho, los Servizos Sociais tienen ahora usuarios que nunca estuvieron en sus listados. Pero también han aumentado mucho los gastos municipales ordinarios y extraordinarios en material de prevención para la plantilla municipal y la población, desinfecciones de calles y parques, colegios, ayudas directas al comercio local y campañas para animar el consumo local y para potenciar la creación de empleo. El Estado recibió transferencias de la Unión Europea, y las autonomías recibieron aportación estatal, pero los Concellos hemos asumido gastos y responsabilidades sin recibir la necesaria compensación económica. Por eso, a pesar de ser conscientes del impacto que la crisis sanitaria tiene en las familias y en los negocios, no podemos bajar más los impuestos y decidimos congelarlos”, manifestó Varela.

El regidor municipal recordó que el Concello lleva cinco años con las ordenanzas de tasas e impuestos congeladas para no aumentar la presión fiscal a las familias. Además, bajó el índice del impuesto de bienes inmuebles, IBI, del 0.60 al 0.51 con el objetivo de aminorar la repercusión del “catastrazo”. Por ese concepto, el Concello de Vilagarcía dejó de ingresar 1,2 millones de euros al año.

Con el aumento de los gastos para atender las necesidades derivadas de la pandemia del coronavirus y la congelación de tasas e impuestos, que constituyen los principales ingresos municipales, el Concello no dispondrá el próximo año de recursos suficientes para acometer un plan de inversiones ambicioso, según reconoció Alberto Varela, quien apuntó que recurrirá a la financiación de la Diputación de Pontevedra y a los Fondos Europeos para poder continuar ejecutando obras.