Aunque correctamente señalizadas y con los marineros sabedores de su situación, los choques contra una batea, por despiste o por un exceso de confianza, son más habituales de lo que pueda parecer, saldándose, en la mayoría de los casos, con un susto para sus protagonistas. Sin embargo, en más de una ocasión, ese tipo de accidente se ha convertido en una auténtica tragedia para la familia de algún marinero.

Ocurrió hace tan solo unas semanas en A Illa, con el fallecimiento del navalleiro Rubén Acha Oubiña, de 31 años de edad, cuando regresaba a muelle después de una jornada de faena.

El joven falleció al golpearse contra el compresor tras chocar la embarcación en la que viajaba contra una batea en la zona de A Travesa, próxima al muelle de O Cabodeiro, y los servicios de emergencias no pudieron hacer nada por salvarle.

El accidente más grave de los últimos años en las rías ocurrió el 26 de abril de 2017, cuando el pesquero "Nuevo Marcos" chocaba contra una batea en las inmediaciones de la isla de Tambo y se iba a pique. Tres de sus tripulantes fallecían ahogados al no conseguir llegar a tierra en plena noche, mientras otros dos conseguían salvar su vida.