- Si algo les caracteriza en su método de composición es el consenso.
- Tenemos unas ideas que los cuatro tenemos en la cabeza, pero luego es el disco es el que nos dice por donde tenemos que ir. Las canciones tienen que estar claras y sólidas desde el principio y sin tener problemas si hay que descartar. Cada banda tiene su método de trabajo, creemos en el nuestro y todas las discusiones que haya sobre las canciones son válidas. Hicimos cuatro o cinco versiones distintas y en cuanto salta una alarma en una canción obviamente lo valoramos todo porque si algo tenemos claro es lo que queremos que llegue al público.
- Parece que León Benavente sigue manteniendo un espíritu reivindicativo, de crítica social y de llamamiento al despertar popular de una sociedad que sestea sobre ventanas de dispositivos móviles.
-No es una crítica, es exponer lo que estamos viviendo. Me gusta escribir sobre lo que veo a mi alrededor, más que escribir sobre ficción. Me interesa jugar con el material de nuestro día a día y ahí entra como ves el mundo cuando sales de casa y el que ves cuando vuelves y te enfrentas a ti mismo y a lo que hay que cuestionar. En los dos primeros discos si había unas referencias más explícitas a la política y a la sociedad. El tercer disco es más introspectivo, quizá en otro tono. Se puede ser reivindicativo y no por ello acogerse a la típica canción protesta. Respecto a lo tecnológico, no estamos en contra de los avances porque sería ir contra nuestro propio tejado, pero sí no somos especialmente activos en redes sociales o no utilizamos eso para dar imagen o buscar una presencia más allá de lo musical. La tecnología es muy necesaria y que se siga evolucionando, pero hacer de esa imagen que quieres dar al mundo tu modo de vida es algo que nos aborrece.