Estaba claro que la decisión adoptada por la Consellería do Mar para tratar de contentar este mes a las dos partes no iba a satisfacer a ninguna de ellas. Como también que no iba a acabar con los enfrentamientos que mantienen desde hace tiempo. De ahí que pasen los días y se repitan los episodios de tensión entre bateeiros y percebeiros en la costa gallega.

Los primeros siguen recolectando -con enormes dificultades- la cría de mejillón que necesitan para encordar sus bateas y preparar el siguiente ciclo de cultivo. Los segundos se empeñan en impedirlo, en la mayor parte de los casos para recoger ellos mismos la cría y después venderla.

Los últimos episodios

Por eso siguen produciéndose sabotajes, como los vividos en Cangas, A Coruña, Aguiño y otros muchos lugares. Esta vez localizados en la costa coruñesa, y más concretamente, en el municipio de Arteixo.

Sucedió el jueves, cuando un grupo de bateeiros arousanos recogían mejilla en el litoral atlántico. En ese instante alguien aprovechó para rajar las ruedas de dos vehículos en los que se habían desplazado.

"No cabe duda de que fueron los percebeiros quienes cometieron este nuevo sabotaje, ya que mientras nosotros tratamos de actuar por las buenas, respetando la ley y limitándonos a hacer nuestro trabajo, hay otros que tienen unas ganas enormes de enfrentamiento y recurren a la provocación constante", aseguran los mejilloneros consultados en Arousa que padecieron este último sabotaje.

Enfrentamientos al margen, hay que decir que los productores de mejillón apuran el plazo que les concedió la Consellería do Mar para completar la recolección de cría. Ayer, por ejemplo, numerosos acuicultores regresaron a las Rías Altas para hacer acopio de cría.

Especialmente tranquila resultó la jornada en localidades como Sada. Aunque bien es cierto que, como se aprecia en otros puntos del litoral atlántico de Galicia, la mejilla es escasa este año.