Suave, al ralentí, aumentó ayer la velocidad en los siete juzgados de O Salnés ubicados en Vilagarcía de Arousa (3) y cuatro en la cabecera judicial de Cambados, después de tres meses de parón casi absoluto para asuntos penales urgentes abordados en su mayor parte por medio de redes telemáticas.
Los profesionales, abogados y procuradores, se preparan para el arranque oficial, del próximo 4 de junio, coincidiendo con el fin de las suspensión de los plazos procesales en toda la administración de Justicia, pero ayer con el 70% de los funcionarios incorporados y con la orden del TSXG de que los jueces vuelvan a sus puestos ya se pudo observar un tímido y atípico reinicio del curso judicial.
Los letrados subrayan que de momento solo se tramitan algunos casos penales urgentes y temen que la "nueva normalidad" tarde en ser efectiva si se tiene en cuenta que las instalaciones judiciales no están preparadas para guardar todas las medidas sanitarias de seguridad que requiere la reanudación.
Los Juzgados de Vilagarcía van a tener grandes dificultades para comenzar con garantías debido a los minúsculos espacios de sus oficinas donde prácticamente va a ser imposible mantener distancias de dos o más metros entre funcionarios.
De ahí que los jueces titulares hayan apostado al máximo por la videoconferencia para reducir los riesgos. Sucedió recientemente en el Juzgado 2 de Vilagarcía con la declaración y puesta en libertad del hombre que se atrincheró en su casa de Cea quien declaró desde la sede de la Policía en O Cavadelo para preservar la salud de todos los intervinientes, aunque el letrado y el juez participaron desde las propias oficinas si bien con medios telemáticos.
Lo mismo se puede decir de las dos causas por narcotráfico desarrolladas durante los meses más duros del confinamiento con una treintena de detenidos por el transporte marítimo de ocho toneladas de cocaína y cuyo ingreso en prisión se decretó a distancia.
Otras repercusiones favorecen la situación penal de detenidos, algunos por violar normas del confinamiento, ya que los jueces han apostado por regímenes de libertad frente al ingreso en prisión.
Mucho más laxa fue la situación en instancias civiles que se pararon en seco. La actividad en esta jurisdicción empezará a acercarse a la normalidad a partir del 4 de junio cuando comenzarán a tramitarse todo tipo de asuntos, si bien los registros ya están operativos al cien por ciento. Esto conllevará una acumulación de asuntos que todas las fuentes consultadas consideran que tardará años en superarse, teniendo en cuenta especialmente ya el volumen de atraso anterior.
Los profesionales consideran que ahora sí urge la creación de un cuarto juzgado con el fin de actualizar un ritmo que todavía no superó la rémora de la huelga de 2018, En Vilagarcía hay procedimientos pendientes desde hace dos décadas y otros que están a punto de caducar por lo que procederá su archivo.
Los sindicatos ya se echan las manos a la cabeza por la situación en toda Galicia. Así Alternativas na Xustiza denuncia que la Xunta ha puesto escaso empeño en dotar los juzgados de medidas de seguridad.
"A día de hoy no existen las famosas mamparas de metacrilato o policarbonato que deberían colocarse en todos los puestos de trabajo; las impresoras y teléfonos son compartidos y están situados entre corredores y pasillos estrechos; faltan mascarillas para todos los trabajadores y gel hidroalcohólico es escaso; se acumula papel; y el servicio de limpieza se redujo a niveles inferiores al de antes de la declaración del estado de alarma".
Por todo ello, el comienzo de la actividad judicial se presume va a ser bastante complejo en un verano en el que incluso se habilitó casi todo el mes de agosto para recuperar parte de lo atrasado, no sin quejas de todos los colectivos.
