Hace días fue preciso atender de urgencia a una mujer de Vilagarcía que había ingerido alrededor de 25 pastillas. Casi al mismo tiempo, el Concello de Catoira exponía a sus vecinos, a través de las redes sociales, de que en este periodo de reclusión domiciliaria a causa del coronavirus, pueden incrementarse los casos de violencia de género, por lo que recordaba qué hacer ante una situación así. Se trata, no cabe duda, de dos cuestiones que preocupan mucho al conjunto de la sociedad. También a expertos como Conxita López Martín, una viguesa de 52 años especializada en Psicología de Emergencias e integrante de la Comisión Coordinadora del Grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes y Emergencias (Gipce) del Colegio Oficial de Psicología de Galicia.

-¿Cabe la posibilidad de que un encierro domiciliario como el actual pueda hacer que aumenten los intentos de suicidio?

-Hay que tener presente que el suicidio es la principal causa de muerte no natural en España. Y no cabe duda de que en estos momentos que estamos viviendo, tanto el aislamiento como el miedo al contagio o a contagiar a los demás pueden considerarse factores de riesgo. Es por ello que los profesionales de la psicología tenemos muy claro que la sociedad en su conjunto, como también cada uno de nosotros de forma individual, podemos y debemos contribuir a prevenir estas situaciones de riesgo.

-¿Y qué se puede hacer? ¿Cómo puede actuar una persona que se ve superada por esta situación?

-Es evidente que la vivencia de esta nueva experiencia marcada por la reclusión domiciliaria y el miedo al contagio pueden entenderse como una especie de lucha contra un enemigo invisible. Esto puede llevar a alguien a pensar que es incapaz de enfrentarse a ese miedo y a la obligatoriedad de permanecer entre cuatro paredes, lo cual puede producirle un dolor emocional intenso que parece no tener fin. Ante esa sensación, lo más recomendable es que esas personas hablen sobre lo que sienten, que busquen apoyo y se abran a sus seres queridos. Si aún así notamos que estamos al límite de nuestras fuerzas, o si no tenemos a nadie con quien compartir nuestros miedos, lo más recomendable es telefonear al 061, no para desahogarse, sino para pedir ayuda.

-¿Pero si uno está solo en casa, o si se siente solo, cómo puede actuar para sobreponerse sin tener que recurrir a los demás?

-Es fundamental tratar de asumir que este confinamiento es algo excepcional y temporal; una medida de prevención que vamos a superar. Podemos aprovechar que estamos en casa para hacer aquellas cosas que muchas veces dejamos de hacer por falta de tiempo. Tenemos que mantener el contacto con familiares y amigos y no descuidar en ningún momento nuestro aseo ni nuestra indumentaria.

-Es decir, que tenemos que ponernos guapos para estar en casa?

-(Risas) Pues claro que sí. ¡Fuera pijamas!