El vertido contaminante detectado en la costa atlántica gallega, se cree que producido entre el 27 de febrero y el 3 de marzo, se salda con más de doscientas aves muertas en las provincias de Pontevedra y A Coruña. Pero también con alrededor de 2.000 frailecillos afectados, según las estimaciones de la comunidad científica.
Sin una explicación clara sobre su origen, hay incluso sospechas de que fueron varios los vertidos producidos y coincidentes en el tiempo, ya que se encontraron restos de una sustancia similar a la parafina, otros de algún material aceitoso e importantes cantidades de fuel, con galletas de chapapote alojadas en numerosas playas que recordaron mucho lo sucedido con la tragedia ecológica provocada por el hundimiento del petrolero "Prestige".
El informe emitido por el Grupo Naturalista Hábitat después de una inspección en la costa atlántica coordinada por los doctores en Química y Biología Atocha Ramos Martínez y Cosme Damián Romay Cousido, respectivamente, sostiene que hasta las 23.00 horas del viernes habían aparecido muertas 188 aves pertenecientes a siete especies, todas ellas localizadas con manchas de algún tipo de aceite o fuel en la costa coruñesa (136) y pontevedresa (52).
La más afectada, con el 91% de los casos, fue una especie catalogada a nivel internacional como "vulnerable". Es el frailecillo atlántico ( Fratercula arctica), "por lo que este vertido ha sido un duro revés" para la misma, según lamenta el doctor en Ecología Bruno Díaz López.
Tanto él, al frente del Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI), como los tripulantes del pesquero escuela "Chasula", que incluso organizó una expedición extraordinaria en busca de pelágicas enfocada hacia esta especie, habían constatado en enero y febrero una significativa presencia de frailecillos en la plataforma continental.
"Nosotros censamos alrededor de un centenar a unas cinco millas de la isla de Sálvora, y puede que fuera en esa zona donde más afectó el derrame, de ahí que esta amenazada especie resultara tan castigada" , lamenta el propio Bruno Díaz antes de lamentar "la ausencia de explicaciones y respuestas por parte de las administraciones en relación con este desastre ecológico que afectó, en mayor o menor medida, a toda la costa que va desde Vigo hasta A Coruña".
En ese espacio, según consta en el informe emitido por el Grupo Naturalista Hábitat, se encontraron hasta el viernes 171 frailecillos manchados, ya muertos, y seis aún vivos.
Así, "teniendo en cuenta que solo llegan a la costa entre el 10% y el 20% de las aves que mueren mar adentro, podríamos estimar unos 2.000 frailecillos afectados por estos vertidos".
Hábitat destaca, igualmente, que la llegada a la costa de restos del derrame contaminante se redujo entre los días 3 y 6, "pero siguieron apareciendo aves manchadas, tanto muertas como vivas, incluso en Asturias".
Junto a los 188 individuos sin vida en la costa, con síntomas evidentes de haber sufrido los efectos del citado vertido, habría que sumar otros 76 cadáveres más, aunque en este caso estaban limpios o no fue posible vincularlos con el derrame de manera certera.
Hay que citar, igualmente, 31 aves más manchadas por el vertido pero aún vivas en el momento de ser localizadas, por lo que se estaría hablando de unos 264 individuos muertos pertenecientes a catorce especies de aves acuáticas, 184 en la provincia coruñesa y 80, en la pontevedresa.
Si se tienen en cuenta todas las aves encontradas en la playas puede decirse que Porto do Son, con 78, y O Grove, con 40, son los municipios a los que llegaron más cadáveres. Por delante de Carnota (37), Ribeira (34), Sanxenxo (16), Muros (13), Muxía (11), Nigrán (9), Malpica (8), A Coruña (7) y Vigo (5).
En el listado, ya con menos ejemplares afectados, se incluyen A Illa, Bueu, Vilanova, Boiro, Cangas, Marín y Moaña, entre otras localidades.
Se está hablando, hay que insistir, tanto de frailecillos como de diferentes tipos de gaviotas, araos, alcatraces, cormoranes, paíños y fulmares.
