Unas 4.000 personas participaron este mediodía en la Toma das Uvas de Vilagarcía, un evento que se celebra en la capital arousana desde 1998 y con el que da la bienvenida al Año Nuevo con 12 horas de antelación.

El espectáculo fue muy aplaudido, con cuatro acróbatas del grupo Pablo Méndez balanceándose a seis metros de altura al son de las campanadas. Terminadas éstas, las Broken Beach animaron la velada con un concierto.

La Toma das Uvas tuvo lugar en la plaza de Ravella. Empezó a celebrarse hace 21 años, por iniciativa de un grupo de voluntarios, convirtiéndose así Vilagarcía en la primera localidad gallega en festejar de modo anticipado la entrada del Año Nuevo.

El Ayuntamiento y las empresas y asociaciones que participaron repartieron entre los asistentes 410 kilos de uvas, otros 20 de gominolas, 150 botellas de espumoso Rías Baixas y otras 400 de cava.

Los actos empezaron a las 10.30 horas, con un pasacalles, y hacia las 11.30 el público ya se había congregado en la plaza de Ravella, donde escucharon las campanadas del reloj de la casa consistorial.

Una de las notas más aplaudidas de esta edición fue el espectáculo acrobático, en el que cuatro mujeres bailaron sobre un poste flexible a seis metros de altura, al son de las campanadas, primero, y de la música de las Broken Beach, después.

Los operarios de Obras montaron las carpas desde las ocho de la mañana, mientras que el operativo de seguridad estuvo integrado por un amplio equipo de policías locales y miembros del Servicio Municipal de Emerxencias, que cerraron el acceso a la plaza con vehículos.