Además de dinamizar social y culturalmente la parroquia de Cornazo y de ofrecer una alternativa de ocio y reunión para muchas mujeres del lugar, sobre todo las de edades más avanzadas, la Asociación de Mulleres Rurais de Cornazo logró un hito reseñable, con la puesta en marcha de una cooperativa de ayuda a domicilio. "De aquella no había nada parecido en Vilagarcía", asegura la presidenta del colectivo, Maricarmen Somoza.

Todo comenzó con unos cursos de formación de ayuda a domicilio, y a partir de ahí germinó la cooperativa. Pero duró poco, pues el Concello de Vilagarcía sacó a licitación el servicio de ayuda en el hogar (ahora SAF) "y nosotras decidimos dejar la cooperativa y comenzar a trabajar con la empresa de Vigo que había contratado el Ayuntamiento".