Gardacostas intensificó las tareas de vigilancia en las Rías Baixas durante las dos primeras semanas de la campaña del centollo. Pero esto no solo implica actuar desde embarcaciones que controlan los movimientos de la flota y los topes de captura o buscan aparejos calados ilegalmente. El importante papel que desempeña este departamento de la Consellería do Mar también se hace notar en tierra firme, con controles de carretera e inspecciones en depuradoras, puertos y lonjas.

Fruto de ello los guardacostas pudieron recuperar casi setecientos kilos de producto ilegal en la lonja de Muros.

Los operativos desplegados desde el día 12 en el conjunto de la ría de Muros-Noia se saldaron en realidad con la incautación de 1.106 kilos de peces y mariscos.

Pero destaca la intervención realizada en la lonja muradana, en colaboración con la Policía Autonómica. Fue allí donde se decomisaron cerca de 330 kilos de rayas, 127 de rapante, más de cincuenta kilos de congrio, 25 de peces, sesenta de centollo, diez de buey de mar, cuatro kilos de bogavante, once de choco, cuatro de pulpo y 45 de navaja.

El decomiso de esta mercancía, según aclara la Consellería do Mar, se produjo porque carecía de documentación. Y por si fuera poco el rapante estaba por debajo de la talla legal.