Además de ejercer de entrenador, Antón Paz también hace las veces de perfecto anfitrión. Su implicación en que los regatistas japoneses se centren únicamente en dar lo mejor de sí en cada entrenamiento es absoluta en cualquier materia de la cotidianeidad del día.

Desde acompañarlos al supermercado o a cualquier quehacer, hasta compartir momentos con su familia, son algunas de las cuestiones que ayudan indudablemente a que Kajimoto y Kawada hayan encontrado en Vilagarcía un lugar al que esperan poder agredecerle en 2020 su sueño olímpico.