Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Callos y 'poxa' de gallos en Meaño y Vilanova

8

San Amaro desafía al intenso frío

Meaño y Vilanova celebran la festividad del santo, abogado de dolencias como el reuma

Meaño celebró ayer a su San Amaro en la pequeña ermita que el santo tiene en el barrio del mismo nombre. Una celebración que se vive, como es costumbre cuando el día coincide en laborable, en una doble jornada, la de ayer, con una vertiente meramente religiosa, y la del próximo sábado, ésta con un carácter más festivo.

Fue por ello que ayer lunes la ermita acogió tres oficios religiosos durante la mañana, con misas rezadas a las 10 y 11 horas, y la solemne a las 13. Previa a esta última tuvo lugar la tradicional procesión del encuentro de imágenes, en que una comitiva que porta el santo sale a recibir a la cuesta del barrio de A Solda a una segunda procesión que sube desde la iglesia parroquial portando a la Virgen de los Milagros, momento al que puso la música el grupo de gaitas Os Terribles de Nantes. El frío y la jornada en lunes restaron público este año a la presencia de devotos del santo, considerado abogado de los males del reuma y la piel, pero entre ellos no faltó a la cita la propia alcaldesa Lourdes Ucha que se acercó también a la ermita para realizar su particular ofrenda al santo Amaro.

Tras la misa solemne se celebró la procesión alrededor de la pequeña ermita, a lo que siguieron las tradicionales "poxas" bajo carpa habilitada para las fiestas. Unas subastas humildes estas del San Amaro meañés, que abren el año y que se viven en cada edición con desenfado y humor, también ayer entre el público que se emplazó con la cita.

En la voz de Isidoro Fontán, presidente de la asociación de vecinos y que cada año oficia de subastador oficial de la fiesta, se pujaron desde gallos de corral hasta botellas de licor y aguardiente, pasando por fruta casera, patatas nuevas, estuches de botellas de albariño y hasta chorizos. Lo que se falló más alto fueron los dos gallos de corral, adjudicados en 40 euros cada una. El momento congregó a medio centenar de vecinos, entre ellos la edil de Asuntos Sociales, Milagros Pérez, que también se sumó a la puja llevándose algunos lotes ofertados a modo de ofrenda al santo.

Callos para el sábado

Para el próximo sábado queda pues la segunda de las jornadas, con misa a las 13 horas, procesión y repetición de subastas si hubiere más ofrendas, que los organizadores prevén que así será. Y desde última hora de la tarde, turno para un pequeña verbena en el reducido recinto que enmarcará una fiesta, cuyo protagonismo será para los callos a partir de las 22 horas, con una degustación del preciado plato de invierno que se servirá de manera gratuita entre los presentes, seguida a los postres con roscón y queimada para los vecinos que desafíen el frío de la noche.

La fiesta, que organiza un grupo de vecinos junto con el cura párroco José Manuel Taibo, responde a una tradición que la localidad meañesa se avino a recuperar a mediados de los 80 de mano de Manuel Fernández y Alfonso García, dos vecinos de la localidad, que empezaron a dar ese eco festivo a una celebración casi olvidada, limitada por entonces a una única misa en la pequeña ermita construida en el siglo XVII, y que con sus 45 metros cuadrados en el interior está considerada la más pequeña de la comarca saliniense. Una fiesta que a mediados del siglo XX tuvo connotación de romería a la que acudía gente de varias partes de la comarca que almorzaban luego al aire libre por campos aledaños.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.