"Mi mensaje es que cuando a una persona le diagnostican un nódulo de tiroides antes de operarse hay que pedir una segunda opinión porque para tratarlo desde hace unos pocos años disponemos de más opciones", señala Pablo Vidal-Ríos. Éste acaba de impartir una conferencia en el Complejo Hospitalario de Pontevedra dirigida sobre todo a los profesionales de la cpaital y O Salnés sobre los "Avances 2017 en tiroides: ablación local sin anestesia de lesiones benignas de tiroides mediante alcohol y láser".

- ¿Son frecuentes los nódulos de tiroides entre los pacientes que acuden a los centros sanitarios?

-Muy frecuentes, más de lo que pensábamos, hemos creído siempre que aparecían en el 5% de la población, pero a medida que ha habido mejoras en las ecografías se ha visto que son muchísimos más, que estarían en el 25% o el 50% de la población, depende de la edad, la zona y mucho de la genética.

- ¿Considera que Galicia es una zona de especial afectación de esta dolencia?

-Si, los nódulos son muy frecuentes pero en Galicia muy especialmente. Si se observa un mapa de España se puede ver una mancha muy grande en la zona de Galicia, sobre todo en A Coruña, Pontevedra y Lugo, que refleja mucha más incidencia que en el resto de España, sin duda por una cuestión genética. Así que hay que pensar que los nódulos de tiroides son frecuentes, más de lo que parece, y en Galicia todavía más que en el resto de España.

- Destaca que la parte positiva es que son benignos en la mayoría de los casos.

-Es la buena noticia, malignos solo son el 10 por ciento, la gran mayoría de los nódulos son benignos aunque siempre por si acaso hay que mirarlos, si bien hay un problema, de ese 90% de benignos más o menos la mitad se mantienen o incluso alguno puede bajar y otra mitad crecer, no son malos pero aumentan de tamaño y ocupan espacio, de modo que se termina en una cirugía. Y ese es el problema: se han hecho revisiones en los últimos años y estamos operando demasiados tiroides, porque el 90 por ciento de los que se operan en toda España no era por cáncer sino por tamaño, que es algo que tratamos de evitar, que crezcan y haya que operarse porque la operación de tiroides no es cualquier cosa. ( En otro momento de la entrevista explica que a mayores de los riesgos de la anestesia general, intrínsecos a toda cirugía, aparecen complicaciones específicas: disfonía en un 12% de los casos, parálisis en un 5% e hipercalcemia en el 6%).

- Ha presentado en Pontevedra una técnica pionera ¿en qué consiste?

-Se trata de un tratamiento local, del nódulo, en vez de hacer un tratamiento radical. Tenemos ya la experiencia de más de 20 años haciendo algunos tratamientos de nódulos con alcohol, por ejemplo los que tengan líquido se quita, se pone alcohol que lo quema un poco y con eso en muchos casos va muy bien. Pero también hay otros casos, sobre todo si es sólido por ejemplo poner alcohol aumenta el tamaño y puede notar alguna molestia. En los últimos diez años lo que hay son tratamientos con calor, termoablaciones, en las que se produce calor que mata las células y en unos meses se lleva el nódulo. Hay técnicas de calor eléctricas, ultrasonidos etcétera, pero son agujas muy grandes y frente a ello la ventaja que tiene esta técnica es que es mediante láser, con una aguja muy fina y dentro de ella va metido un capilar, del grosor de un pelo. Se produce un calor muy concentrado en un espacio muy reducido y mata las células. Lo bueno es que es muy exacto y muy fino y se pueden tratar las zonas que más interesan.

- ¿Cuánto se puede reducir el nódulo de tamaño con esta técnica médica?

-Con estas técnicas se produce entre un 60 y un 90% de reducción del tamaño, el resultado es espectacular.

- ¿Se aplica ya esta técnica en los centros sanitarios públicos?

- En España no, en la pública no y en la privada solo en A Coruña en el Centro de Endocrinología, lo venimos haciendo desde hace un año y lo hemos presentado en Denver, en Estados Unidos, en el último congreso europeo de endocrinos y la verdad es que la experiencia ha sido muy buena. Ya venía utilizándose desde hace unos años en Centroeuropa, en países como Italia, en Francia, y ya hay estudios que prueban que es muy efectivo, sin complicaciones y la verdad que es una técnica en claro auge. La novedad es que nosotros la realizamos sin anestesia, sin ningún tipo y lo hacemos a propósito porque mientras estamos quemando si una persona está despierta y estamos cerca de la cápsula donde el paciente puede notar algo simplemente levanta la mano, dice que nota algo y paramos o movemos. El paciente no siente dolor o es muy leve. Si utilizamos anestesia, como no nota nada, podríamos estar quemando sin darnos cuenta la cápsula o la tráquea, y cuando despierte de la anestesia tendríamos un problema, así que a propósito no utilizamos anestesia en este procedimiento que tarda media hora más o menos dependiendo del tamaño del nódulo y una hora después de observación, de modo que la persona está en la clínica dos horas en total.

- Además de los nódulos ¿También aumentan los casos de cáncer de tiroides? ¿Por qué ocurre esta situación?

-Si, es curioso, en las últimas décadas se ha notado que el cáncer de tiroides ha aumentado de manera muy importante en el mundo, no solamente aquí, el aumento es muy grande en estos últimos 30 o 40 años y tras investigarlo se descubrió que sobre todo aumentan los nódulos más pequeños, no el de los grandes. Sin embargo no moría más gente, no había más casos mortales sino un mayor diagnóstico de nódulos; lo relacionamos con la aparición de las ecografías, que nos permiten ver cosas que antes solo palpábamos, de modo que detectamos nódulos de un centímetro cuando antes hasta que no pasaban de los dos no podíamos palparlos. Por suerte el cáncer de tiroides es de crecimiento lento, hay de muchos tipos pero el más frecuente tiene una evolución lenta, de modo que uno se puede morir de otras cosas antes.