La primera toma de contacto arqueológica con el entorno de Cálago, en Vilanova de Arousa, se desarrolla el próximo verano. Así lo reconoció ayer el alcalde del municipio, Gonzalo Durán, al anunciar que la Secretaría Xeral de Cultura ha destinado 12.000 euros para la acometida de las primeras prospecciones arqueológicas en el entorno del campanario.

Uno de los grandes objetivos que persigue esta actuación es localizar los restos del monasterio de Cálago, fundado en el siglo IX por San Fructuoso y el primero en Galicia en ser víctima de las incursiones vikingas, allá por el año 847. De su existencia existen un buen número de referencias en los archivos de San Martiño Pinario, en Santiago de Compostela, pero la escasez de recursos acabó motivando su desaparición. Algo similar le pasó a la antigua iglesia, de la que solo se conserva el campanario, convertido hoy en el emblema del municipio, aunque de ésta quedaron fotografías de principios del siglo XX que atestiguan su existencia y su paulatino deterioro hasta desaparecer.

En lo que respecta al castro, Cálago fue el origen del municipio, pero el traslado de los vecinos al actual casco urbano acabó provocando su desaparición. En la zona todavía son apreciables la croa del castro y una de las terrazas que lo circundan, así como la entrada del recinto amurallado.

De llevarse a cabo, será la primera actuación que se va a desarrollase en este entorno, donde han tenido un papel importante los propietarios de los terrenos, al firmar un acuerdo de cesión con el Concello de Vilanova de Arousa, por el cual, permiten la realización de trabajos arqueológicos durante los próximos dos años.

El propio alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, llevó al secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, a ver in situ, los terrenos cuando solicitó formalmente la colaboración del departamento en arrojar luz sobre los restos.

La actuación es el proyecto más ambicioso, en lo que se refiere a acciones arqueológicas, que se va a desarrollar en Vilanova de Arousa, donde también se está pendiente de que se acometan los trabajos necesarios para sacar a la luz los restos de la antigua fortaleza de Lobeira, lugar emblemático y referencia en la Edad Media.